Pep Guardiola ha marcado un objetivo prioritario en este mercado: Rodrygo Goes. El técnico del Manchester City está dispuesto a invertir 100 millones de euros para fichar al delantero brasileño del Real Madrid, que ha perdido peso en la plantilla blanca tras la llegada del joven argentino Franco Mastantuono y el cambio de rumbo que supone la llegada de Xabi Alonso al banquillo. El nuevo técnico blanco no cuenta con Rodrygo, y el jugador ya contempla un posible cambio de aires.
Rodrygo, de 24 años, ha sido protagonista en las grandes noches del Madrid en los últimos años, pero su situación se ha deteriorado desde que Xabi Alonso asumió el mando en junio. La llegada de Mastantuono, que ocupa la misma posición natural que Rodrygo —extremo derecho o interior ofensivo— y en quien el club ha invertido 60 millones de euros, ha dejado al brasileño en un rol secundario. Guardiola ve ahí una ventana de oportunidad para llevarse a un jugador que encaja a la perfección en su modelo.
Xabi Alonso le cierra la puerta y el City acelera
Según fuentes cercanas al vestuario, Xabi Alonso ha sido claro desde su llegada: su apuesta pasa por reforzar el juego interior con perfiles de mayor disciplina táctica y más recorrido defensivo, algo que Rodrygo no ofrece con regularidad. El ex del Santos, aunque técnicamente brillante, no termina de adaptarse al fútbol de control y presión posicional que Alonso quiere implantar.
Además, la directiva ha dejado claro que Mastantuono es una inversión estratégica a medio y largo plazo, una especie de “Lamine Yamal del Bernabéu” sobre el que se construirá parte del nuevo ciclo ofensivo. Su irrupción en pretemporada ha impresionado al cuerpo técnico, relegando aún más a Rodrygo en la rotación. En este escenario, la oferta del Manchester City llega en el momento justo.
Guardiola lo quiere como pieza clave de su nuevo ataque
Para Guardiola, Rodrygo es un futbolista maduro pero aún con margen de crecimiento, capaz de actuar como extremo, segundo punta o incluso interior en ciertos contextos. Su capacidad para jugar entre líneas, romper defensas cerradas y aparecer en zonas de gol le convierten en un refuerzo ideal para un ataque que busca rejuvenecerse.
El Real Madrid, por su parte, no forzará la salida, pero entiende que el ciclo de Rodrygo podría haber llegado a su fin si la oferta es firme y el jugador da el paso. La decisión está ahora en manos del brasileño, que tendrá que elegir entre pelear por un hueco en un equipo cada vez más joven y competitivo, o convertirse en protagonista en uno de los mejores proyectos del mundo.