El Manchester City ha vuelto a la senda del triunfo en Europa, sumando tres puntos vitales ante el Villarreal, pero esa victoria dejó un sabor agridulce en el Etihad. La razón es la ya crónica fragilidad que asola su centro del campo. El técnico, Pep Guardiola, se enfrenta de nuevo al fantasma de las lesiones en su columna vertebral. Con Rodri Hernández fuera de combate por su ya tristemente célebre historial de dolencias en la rodilla operada y ahora un nuevo pinchazo muscular, la responsabilidad recayó sobre Nico González.
Sin embargo, Nico González, quien fue titular ante el Villarreal en Champions, tuvo que pedir inmediatamente el cambio en la segunda mitad tras una fuerte entrada de Thomas Partey. El mediocentro abandonó el césped, siendo sustituido por Mateo Kovacic, y dejando un vacío que condicionó el juego del equipo. "Nico recibió un golpe en el pie, ya veremos", se limitó a comentar Guardiola en rueda de prensa, cruzando los dedos para que pueda estar disponible para el partido de este fin de semana contra el Aston Villa.

La intermitencia de Rodri, que apenas enlaza dos partidos consecutivos sin reportar molestias, sumada a este nuevo percance de Nico, ha encendido la alerta roja en los despachos del City. La exigencia física de una temporada que pide rendir al máximo nivel en Premier League y Champions League no permite tener a la espina dorsal del equipo constantemente en la enfermería.
El juego posicional se resiente: Guardiola lamenta la falta de control sin el motor español
La salida de Nico González del campo ante el Villarreal no solo supuso un problema médico, sino también un desajuste táctico que no pasó inadvertido para Guardiola. El City, que había dominado la primera parte con una circulación de balón limpia y un buen control territorial, se desdibujó en la segunda. El técnico de Santpedor fue explícito al señalar la falta de fluidez.
"La primera mitad fue realmente buena. Metimos al oponente allí (profundo), pero ¿en la segunda mitad? No", explicó el catalán, criticando la excesiva circulación defensiva entre los centrales y el portero. Guardiola anhela más, algo que solo puede garantizar un mediocentro con la frescura física y la capacidad de dictar el ritmo que ahora mismo le falta. La necesidad de un relevo de garantías para el mediocentro se ha convertido en una prioridad ineludible.
Ounahi, el nombre clave: La inminente operación cesión con el Girona
Es en este contexto de urgencia e inestabilidad donde resuena con una fuerza inusitada el nombre de Azzedine Ounahi. El mediocentro marroquí, recién aterrizado en el Girona FC, se ha convertido en el objetivo número uno para reforzar la medular en enero. Si los problemas de salud de Rodri y, ahora también de Nico González, no remiten, la dirección deportiva del Manchester City está dispuesta a activar la vía del préstamo con el club catalán.

Ounahi, un futbolista que ya atrajo el interés del Barça por su calidad en la salida de pelota y su creatividad entre líneas, representa la solución más rápida y adaptada al ADN de juego de Guardiola. Su perfil de mediocentro dinámico, técnico y con una excelente capacidad de conducción es visto como el contrapunto perfecto a la actual fragilidad de los españoles. El marroquí, a sus 25 años, ha llegado al Girona para relanzar su carrera, pero una llamada desde el Etihad en los próximos meses podría cambiar drásticamente su destino.