Francesco Bagnaia ha llegado a un punto crítico en la temporada de MotoGP. Lo que comenzó con esperanzas de renovación de título se ha convertido en una lucha constante contra sus propios fantasmas… y contra Marc Márquez. El piloto del Gresini ha conseguido cinco dobletes en solo nueve carreras, mientras que Pecco ha ido perdiendo terreno hasta caer al tercer puesto del campeonato, superado incluso por Álex Márquez.

La situación es más que preocupante. Con 110 puntos de desventaja respecto a Marc, el italiano necesita un cambio inmediato. Y el circuito de Assen, en los Países Bajos, podría ser su única tabla de salvación. No es solo una pista más: es su fetiche personal, el lugar donde logró su primera victoria mundialista y donde ha ganado las tres últimas ediciones en MotoGP. Incluso lleva su trazado tatuado en la piel.

Marc Márquez Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE
Marc Márquez Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE

Pecco Bagnaia no levanta cabeza

Pero la confianza se ha ido desmoronando. En Mugello, un circuito favorable para él, no solo no ganó, sino que ni siquiera subió al podio. Fue superado por Marc, por Álex… y hasta por Di Giannantonio. Pecco había avisado antes de la carrera: si no podía luchar por el triunfo, eso indicaría que tenían un problema real. Y lo tienen.

Por eso, en un gesto poco habitual, Bagnaia ha acudido a Gigi Dall'Igna, el cerebro técnico de Ducati, para pedirle ayuda directa. El problema radica, según sus propias palabras, en la falta de confianza con el tren delantero. Una desconexión peligrosa en un campeonato donde cada detalle marca la diferencia.

Marc Márquez Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE
Marc Márquez Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE

Bagnaia pide ayuda a Gigi Dall'Igna

Mientras tanto, Marc Márquez se mueve como pez en el agua. Tiene margen de error, velocidad y una Ducati que parece hecha a su medida. En Assen también ha saboreado la gloria: cinco victorias, incluidas dos en MotoGP. No necesita arriesgar, pero nadie duda de que lo hará si ve la oportunidad.

Bagnaia, en cambio, está en el filo de la navaja. Assen será decisivo: o reconquista sensaciones, o verá cómo el tren del campeonato se le escapa definitivamente. La presión es enorme. Tanto que por eso ha decidido dejar el orgullo a un lado y recurrir a quien mejor conoce el ADN de su moto.