El vestuario del Barça sigue en estado de tensión tras la dura derrota en Sevilla (4-1). Nadie ha salido ileso del análisis interno. Y entre las declaraciones más comentadas están las de Pau Cubarsí, que, sin mencionarlo directamente, dejó en evidencia a Lamine Yamal.
El joven central habló claro ante los micrófonos de TV3. “No podemos salir con tan poca intensidad”, advirtió. “Estas ocasiones empiezan desde delante, tenemos que presionar como la temporada pasada.” Una frase aparentemente inocente, pero con mensaje entre líneas, que no solo se refería al partido contra el Sevilla, sino también al del PSG y a otros disputados esta temporada. Y en este sentido, también incluía a Lamine Yamal.

Cubarsí señala a los delanteros, incluido Lamine Yamal
Cubarsí no acostumbra a señalar a nadie. Es discreto, comedido, y suele ser de los primeros en dar la cara. Pero esta vez se le notó molesto. La imagen del Barça en el Sánchez-Pizjuán fue de un grupo sin alma, sin presión, sin reacción. Y eso, según varios jugadores, comienza en la parte de arriba.
Lamine Yamal, ausente en ese partido por molestias, fue igualmente protagonista. No por lo que hizo, sino por lo que se comenta sobre su actitud en los últimos encuentros. En el vestuario azulgrana ya se empieza a hablar de cierto cansancio con sus aires de estrella. No gusta su manera de desconectarse cuando no tiene el balón. Ni su falta de implicación cuando el equipo sufre.
Cubarsí, uno de los más jóvenes pero también de los más comprometidos, lo expresó sin decir nombres: “La presión empieza arriba”. En otras palabras, no basta con el talento. Hace falta esfuerzo, sacrificio y solidaridad. Virtudes que, en opinión de algunos, Lamine no está mostrando.

Muy bien en ataque, pero nulo en defensa
La situación se agrava porque la derrota ante el PSG ya había dejado heridas. En ese encuentro, el delantero fue uno de los más señalados. Deslumbró al inicio, sí, pero se apagó con el paso de los minutos. El equipo francés impuso su físico y su ritmo, y el Barça se vino abajo. Algunos compañeros le recriminaron que dejara de presionar, que no pidiera el cambio pese a su evidente agotamiento.
Los más veteranos, acostumbrados a convivir con estrellas, piden calma. Recuerdan que Lamine acaba de salir de una lesión y que todavía no está al cien por cien. Pero otros piensan distinto. “Aquí nadie puede creerse intocable”, dicen desde dentro. Y añaden que Flick debería aplicar el mismo rasero para todos, sin privilegios.
La sensación general es que el Barça necesita volver a los valores del curso pasado: trabajo, humildad y unión. Sin jerarquías. Sin egos. Cubarsí ha puesto palabras al malestar de muchos. No lo dijo abiertamente, pero su mensaje fue claro: algunos deben correr más y hablar menos. Y el nombre de Lamine Yamal flota en el aire. No lo dijo, pero todos lo entendieron.