“Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos”. Así relata Eduardo Galeano, en su imperdible libro El fútbol a sol y sombra, lo que sucedió el 9 de agosto de 1942 en el Zenit Stadium de Kiev, hoy llamado Start Stadium en memoria de uno de los partidos más legendarios de la historia del deporte rey.
Aquel día se disputó el llamado por siempre Partido de la muerte, un encuentro entre el Flakelf, conjunto formado por militares de élite de la aviación nazi, y el FC Start, un equipo con exjugadores del Dinamo de Kiev y del Lokomotiv de Kiev.
Cartel del partido entre el FC Start y el Flafelf / Youtube
Un equipo forjado en una panadería tras la invasión nazi
El inicio de aquel histórico partido hay que buscarlo en junio de 1941, cuando Ucrania fue invadida por el ejército nazi en la denominada Operación Barbarroja, el intento de invasión del Ejército Nazi de la URSS. El campeonato liguero local se canceló y el Dinamo de Kiev, el equipo más fuerte y popular de la región, con raíces comunistas, se desintegró. Hubo jugadores que fueron reclutados por el Ejército Rojo y otros que fueron detenidos y llevados a campos de concentración, mientras que un tercer grupo tuvo que mendigar por las calles de Kiev.
Uno de este tercer grupo fue Mykola Trusevych, el portero del Dinamo, que tras ser reconocido por Josif Kordik, un comerciante e hincha del Dinamo de origen alemán, pasó a trabajar en su panadería.
Con el paso del tiempo, a Kordik le empezó a circular una idea por la cabeza, formar un equipo de fútbol para disputar partidos amistosos contra conjuntos del ejército nazi, con los que se ganaría el favor de los invasores para poderles vender sus productos.
Jugadores del FC Start y el Flafelf, antes de empezar el partido / Youtube
Nace el FC Start, surge la leyenda
Y así fue como Trusevych empezó a recorrer las calles de Kiev en busca de excompañeros para formar el nuevo equipo, que se llamaría FC Start.
El portero localizó a Sviridovsky, Korotkich, Klimenko, Tyutchev, Putistin, Kuzmenko y Goncharenko. Eran 8, por lo que faltan 3 para completar un equipo de fútbol. Los elegidos fueron tres jugadores del Lokomotiv: Balakin, Sukharev y Mielnik.
Creado el nuevo FC Start, con jugadores profesionales pero con un estado físico deplorable, el panadero sugirió al ejército nazi la celebración de amistosos, una idea acogida de buen grado, pues parecía una manera ideal para mostrar al mundo la superioridad de la raza aria.
Escudo del Flakelf, el equipo formado por militares de élite de la aviación nazi y jugadores profesionales de Baviera que perdieron 5-3 contra el FC Start / Youtube
El FC Start pasa a ser un equipo idolatrado por el pueblo ocupado
El primer duelo lo jugaron el FC Start y el Rukh, un equipo local formado por simpatizantes del movimiento nazi. El Start ganó 7-2. Empezó así una serie de encuentros en los que el nuevo FC Start acumuló goleadas, 11-0, 6-0, 9-1...
Con el paso de las semanas, el nombre del FC Start, cuyos jugadores empezaron a ser considerados héroes por la población ocupada, llegó a oídos de la orgullosa Luftwaffe, la fuerza aérea del ejército nazi, que creó un equipo, el Flakelf, reforzado además con futbolistas profesionales de Baviera llegados a Kiev para la ocasión.
La plantilla del Dinamo de Kiev de 1941, de la que salieron los integrantes del FC Start / Youtube
El 'Partido de la muerte', una revancha sin claudicación
El primer partido entre el FC Start y el Flakelf se disputó el 6 de agosto de 1942, y el resultado final fue un apabullante 5-1. La goleada no gustó a los nazis, que pidieron jugar una revancha tres días después. Quedaba organizado el Partido de la Muerte.
Con 2.000 espectadores en las gradas y una parafernalia propagandística propia de los nazis, el 9 de agosto de 1942 saltaron al césped del Zenit Stadium ambos conjuntos. Según la leyenda, los ucranianos se negaron a hacer el saludo nazi antes del duelo, y eso que antes de empezar fueron advertidos. “Soy el árbitro. Respeten las reglas y saluden con el brazo en alto”, les dijo un oficial nazi.
A pesar de la dureza con la que se emplearon los jugadores del Flakelf, que llegaron a marcar un gol con el portero del Start en el suelo tras ser agredido, el partido llegó al descanso con 3-1 a favor de los ucranianos. Volvieron a ser advertidos sobre las duras consecuencias que habría si ganaban, pero el resultado final fue de 5-3.
Cuenta la leyenda, además, que ya con 5-3, Klimenko se permitió el lujo de regatear a varios rivales y, en vez de marcar, chutar fuera mientras desafiaba con la mirada a una grada llena de militares nazis.
Las consecuencias de la osadía del FC Start
El 18 de agosto, 2 días después de un último partido del Start, 8-0 contra el Rukh, la Gestapo se personó en la panadería de Kordik y arrestó a varios jugadores aludiendo a que pertenecían al NKVD, la policía de Stalin. Korotkich fue torturado hasta la muerte, mientras que Klimenko, Trusevich y Kuzmenko serían ejecutados unos días después, en el campo de concentración de Syrec.
Del resto de integrantes del FC Start, Putistin y Tyutchev sobrevivieron hasta la marcha de los nazis, mientras que Goncharenko y Sviridovsky lograron huir.
Monumento en recuerdo de los jugadores del FC Start / Youtube
De la propaganda soviética al encumbramiento de Hollywood
Pese a que al acabar la II Guerra Mundial la propaganda soviética llegó a acusar a los jugadores del FC Start de colaboracionistas de los nazis, con el tiempo la propaganda de la URSS fue moldeando la historia, hasta convertir a sus jugadores en héroes en la lucha contra los invasores. De ahí surgieron dos películas, Dos veces en el infierno y Tercer tiempo.
Las casualidades de la historia, sin embargo, hicieron que fuera Hollywood quien llevara la historia, aunque endulzada y con un final distinto, al imaginario colectivo. Y es que con el Partido de la muerte como telón de fondo, John Huston rodó en 1981 Evasión o victoria, con Pelé, Bobby Moore, Ardiles, Michael Caine y Sylvester Stallone en el reparto.
Hay que recordar que, a día de hoy, toda persona que conserve una entrada de aquel histórico encuentro puede entrar gratuitamente al estadio de Dinamo de Kiev. Mañana no lo podrán hacer, pero solo por el coronavirus.