En el Barça no pueden ocultar la preocupación que existe por la vida que Lamine Yamal tiene lejos de los terrenos de juego, y que ha suscitado un enorme interés, y una gran polémica. Sus vacaciones han sido de todo menos tranquilas, y las cerró con una alocada fiesta de cumpleaños, que amenaza con tener consecuencias legales después de que decidiera contratar a personas con acondroplasia, un gesto que ha sido duramente criticado en las redes sociales.
Pero a pesar de las advertencias de Joan Laporta y de Deco, y de varios compañeros del vestuario, que le han recomendado tener una vida mucho más discreta lejos de los terrenos de juego, para evitar ser el protagonista de las portadas, el nuevo ‘10’ azulgrana se ha encontrado con un fiel defensor. Y es que su padre, Mounir Nasraoui, lejos de reprocharle su comportamiento, se ha dedicado a defender su comportamiento siempre que ha sido preguntado.
Lógico que en el Camp Nou no guste la actitud que tiene su padre, quien más que ejercer como padre, y tratar de guiarle y corregir sus errores, parece que es su fan número 1. Y en el equipo dirigido por Hans-Dieter Flick consideran que es fundamental que tenga una figura paterna ejemplar, que le guíe y le proteja, y le facilite la vida, no que le ocasione más problemas. Porque a veces es necesario recordar que tan solo sigue siendo un niño.
Acaba de cumplir los 18 años, y aunque siempre haya destacado por su personalidad y su madurez, la realidad es que Lamine no puede cargar con todas las responsabilidades. Laporta y Deco esperan que todo lo que ha sucedido recientemente no afecte en su rendimiento, y que siga mostrando el nivel que exhibió durante la última campaña, que le llevó a recibir múltiples elogios, y a ser considerado como uno de los mejores futbolistas del planeta.
Incluso, Yamal está entre los principales candidatos a conquistar el Balón de Oro, aunque el favorito sigue siendo Ousmane Dembélé.
El Barça continuará tutelando a Lamine
Pese a que ya es mayor de edad, la intención del Barça es continuar tutelando y cuidando a Lamine como lo han hecho desde que ingresó a La Masía hasta el día de hoy, en el cual ya es un fenómeno mundial.
Como es lógico, no quieren correr el riesgo de que acabe siendo un ‘juguete roto’, como le sucedió a Anssumane Fati o Bojan Krkic.