La situación de Marc Bernal en el Barça ha llegado a un punto crítico. El joven mediocentro, señalado desde hace años como una de las grandes joyas de La Masia y heredero natural del papel de Sergio Busquets, no entiende cómo ha pasado de ser una pieza estratégica para el club a no tener prácticamente ningún minuto con Hansi Flick. Y es que la promesa, que aceptó seguir en el primer equipo con la garantía de ser importante, se siente ahora completamente apartada.
Bernal ve cómo otros jugadores, incluso futbolistas que no ocupan su posición natural, están por delante de él en las rotaciones. El caso más sangrante es ver a centrales como Eric Garcia y Andreas Christensen actuando por momentos en zonas del campo donde él debería tener protagonismo. Para el joven mediocentro, la situación es incomprensible y ha decidido alzar la voz.
Pide explicaciones a Deco ante su falta total de minutos
Marc Bernal ha pedido una explicación clara y, sobre todo, una solución. En verano le prometieron que sería importante, que tendría peso dentro del nuevo proyecto y que su progresión estaría garantizada. Sin embargo, la realidad ha sido radicalmente distinta: minutos nulos, confianza inexistente y una sensación permanente de estar fuera de los planes del entrenador.

De este modo, Bernal ha transmitido su malestar y su preocupación por el frenazo que está sufriendo en su desarrollo. El jugador siente que no puede seguir creciendo si no juega, y que su carrera podría verse seriamente perjudicada si esta situación se prolonga. Lo único que pide es coherencia: si el club cree en él, debe demostrarlo sobre el césped.
El Barça lo considera estructural, pero él necesita jugar ya
En las oficinas del Barça la situación se vive con preocupación. En el club siguen viendo a Bernal como un jugador estructural para el futuro, un pilar sobre el que se debe construir el centro del campo de los próximos años. El discurso interno es claro y no se contempla su venta bajo ningún concepto, porque el talento y la proyección del joven son diferenciales.
La realidad es que esa visión a largo plazo choca con las necesidades presentes del jugador. Bernal quiere jugar, necesita competir y demostrar que realmente puede convertirse en el nuevo Busquets. Pero con Flick, de momento, eso no está ocurriendo. El técnico alemán no le ha dado ni un solo minuto de continuidad, y el futbolista empieza a ver cómo su paciencia se agota.
Así pues, Marc Bernal ha encendido todas las alarmas dentro del club. Quiere respuestas, quiere soluciones y, sobre todo, quiere minutos. Y ahora es Deco quien debe encontrar la manera de no perder a una de las piezas más prometedoras de la Masia.