Nico Williams vuelve a ser protagonista del mercado de fichajes y, esta vez, con una predisposición distinta. Tras haber rechazado al FC Barcelona el verano pasado por la falta de garantías económicas del club, el escenario en 2025 es radicalmente distinto. La espectacular temporada del equipo de Hansi Flick, culminada con un triplete nacional —Liga, Copa del Rey y Supercopa de España—, ha reposicionado al Barça como uno de los destinos más seductores del continente. Y Nico, tentado también por la Premier, ha decidido esperar una llamada del Barça antes de comprometerse con otro club.

El que más ha presionado en las últimas semanas ha sido el Arsenal de Mikel Arteta, que lleva tiempo siguiendo al jugador del Athletic Club. Su perfil encaja en el estilo ‘gunner’: verticalidad, regate, desequilibrio. Desde Londres han trasladado una propuesta deportiva y económica potente, pero el entorno del jugador ha enfriado las negociaciones, transmitiendo que Nico aún no tiene prisa y que está pendiente de la situación en Can Barça.

Nico Williams contra el Getafe Foto EFE
Nico Williams contra el Getafe Foto EFE

La influencia de Flick y la química con Lamine Yamal

En la Ciudad Condal, la figura de Flick ha cambiado por completo la percepción que algunos futbolistas tenían sobre el proyecto azulgrana. Su capacidad de gestión, el estilo agresivo y ofensivo que ha impuesto, y sobre todo, el crecimiento meteórico de jóvenes como Lamine Yamal o Pau Cubarsí, han generado una nueva narrativa: el Barça vuelve a ser un equipo ganador. Y Nico, que mantiene una estrecha relación personal con Lamine, siente que su encaje podría ser inmediato.

Desde el club catalán no han hecho movimientos oficiales aún, pero la dirección deportiva valora seriamente activar su cláusula, que ronda los 58 millones de euros. El jugador gusta por su madurez, su rendimiento constante y su experiencia en la élite pese a su juventud. Además, llegaría para reforzar una zona donde el Barça aún no tiene un titular indiscutible por la banda izquierda, un espacio donde Nico podría asentarse a largo plazo.

Lamine Yamal y Nico Williams
Lamine Yamal y Nico Williams

Cláusula asumible, pero con letra pequeña

La operación, sin embargo, no está exenta de dificultades. Aunque la cláusula de rescisión no es excesiva para un talento de su calibre, la situación financiera del club culé sigue siendo delicada, y cualquier incorporación de peso requiere antes alguna salida importante o una ingeniería económica. Aun así, desde el Barça hay cierto optimismo, conscientes de que el deseo del jugador puede jugar un papel clave.

Nico Williams, por su parte, no tiene prisa. El Athletic intentará renovarlo, pero sabe que el jugador tiene la mirada puesta en dar un salto competitivo. Si el Barça mueve ficha, su fichaje puede acelerarse en cuestión de semanas. Si no, clubes como el Arsenal seguirán al acecho.

Nico quiere jugar en un equipo donde pueda aspirar a títulos y sentirse protagonista, y hoy por hoy, ese equipo empieza a parecerse mucho al Barça de Flick.