Parece que el tiempo no ha borrado del todo las heridas. En pleno 2025, Neymar Jr., actualmente estrella del Santos FC, ha decidido hablar sin filtros sobre su turbulenta relación con Kylian Mbappé durante su paso por el Paris Saint-Germain. En una explosiva entrevista con el legendario Romário, el brasileño confesó lo que muchos sospechaban: detrás de las sonrisas y celebraciones, su relación con el francés estaba lejos de ser armoniosa, caracterizada por celos, disputas de liderazgo y luchas internas por el poder. Según relató el exjugador del Al-Hilal, de 33 años, la llegada de Lionel Messi en 2021 fue el punto de quiebre que transformó la química del tridente más temido de Europa en una auténtica bomba de relojería.

“Mbappé estaba un poco celoso”, confesó Neymar. Sin embargo, al ser cuestionado por Romário sobre si Mbappé resultaba una figura 'molesta', el astro brasileño se distanció de esa etiqueta, pero fue tajante al admitir las diferencias. Reconoció que, si bien tuvieron ‘una pequeña pelea’ o fricciones, la relación inicial con Mbappé fue fundamental para el proyecto del PSG. “Solía llamarlo chico de oro. Siempre jugué con él, dije que iba a ser uno de los mejores”, afirmó. Asimismo, comentó que, pese a las diferencias, siempre intentó respaldar a Mbappé tanto dentro como fuera del terreno de juego, e incluso lo invitó a cenar a su casa.
La raíz del fracaso del tridente 'MNM': el choque de egos por el protagonismo
Sin embargo, la posterior incorporación de Messi alteró la estructura de poder. El brasileño sugiere que Mbappé, quien hasta ese momento había sido la figura ascendente y el socio principal de Neymar en el club, sintió cómo su estatus y protagonismo se veían comprometidos con la llegada del astro argentino, creando una dinámica de 'celos' por la atención y la influencia de Neymar.

Tuvimos algunos buenos años de asociación, pero después de que llegó Messi, él estaba un poco celoso. No quería compartirme con nadie”, deslizó el brasileño. Este choque de egos y la lucha no declarada por ser la principal referencia ofensiva son, según Neymar, la causa subyacente del rendimiento intermitente de un tridente que, por talento, estaba destinado a ser el más potente de la historia.
La sentencia del brasileño: "si nadie corre, es imposible ganar algo"
Las palabras de Neymar dejan en evidencia lo que muchos entrenadores temieron: el PSG de las estrellas fue un gigante sin alma colectiva. A pesar de contar con tres de los mejores jugadores del planeta, el club parisino se estrelló repetidamente en la Champions League, su gran obsesión. “Es bueno tener egos, pero tienes que saber que no juegas solo. Necesitas a otro chico a tu lado. Los egos grandes estaban casi en todas partes, así no puede funcionar”, sentenció el atacante, quien ahora busca redención en su regreso al Santos.
Neymar no se guardó nada. Aunque evitó mencionar directamente a Messi o a Mbappé en algunos pasajes, dejó entrever que las luchas internas terminaron saboteando al proyecto más ambicioso del fútbol europeo. “Si nadie corre y nadie ayuda, es imposible ganar algo”, soltó con crudeza. Un dardo envenenado que parece apuntar a la falta de sacrificio de ciertos compañeros. En la recta final de su testimonio, el brasileño lamentó que aquel equipo, llamado a marcar una era, acabara siendo recordado más por sus polémicas que por sus títulos.