Roman Zozulia, jugador ucraniano del Albacete, ha comparecido en rueda de prensa este jueves para defenderse de los críticos que lo acusan de ser de ideología nazi, algo que ha quedado demostrado con varias fotografías en las cuales posa con simbología fascista.

El domingo pasado, el delantero fue calificado de "nazi" por una buena parte de la afición del Rayo Vallecano, motivo por el cual el partido se suspendió. Aunque a lo largo de la historia se han vivido varios episodios de racismo, machismo y homofobia en los terrenos de juego del fútbol español, el Rayo-Albacete se convirtió en el primer partido aplazado por un incidente de este tipo.

Cuatro días después, Zozulia ha asegurado que "ayudar a tu propio país y ser patriota no es ningún delito" y ha defendido que sólo ayuda a su nación "para salvar vidas". El ucraniano ha explicado su visión sobre la guerra del Donbass y ha afirmado que forma parte de un fondo económico, que, según él, "ayuda en los hospitales y la gente enferma de cáncer".

Zouzlia, por otra parte, ha defendido que no es racista porque su mejor amigo es Jérémie Bela, exjugador del Albacete de origen angoleño. "Quiero subrayar que primero me dijeron fascista, después nazi y ahora racista. Me da igual el color o la nacionalidad de la gente", ha sentenciado.