Se acaba una etapa y empieza otra. Juan Carlos Navarro, una de las grandes leyendas del Barça, cierra toda una vida en las pistas de baloncesto en un acto en que se ha mostrado visiblemente emocionado. Desde su debut en el año 1997 hasta ahora. Su nuevo paso será en la dirección deportiva y también haciéndose cargo de la transición de los jóvenes hasta llegar al primer equipo.

Acompañado de la familia, de los amigos, de Pau y Marc Gasol, de Ricky Rubio, de compañeros del primer equipo del Barça actual, pero también de viejos compañeros, de parte de la historia del baloncesto blaugrana y del presidente Josep Maria Bartomeu y de dirigentes del club. Un Auditorio 1899 del Camp Nou lleno hasta la bandera para rendirle un homenaje como es debido a una de las grandes figuras del baloncesto de nuestra casa.

Un adiós forzado

Tal como Navarro ha reiterado durante el acto de despedida, lleno de amigos, familiares y compañeros en las pistas, el club lo llevó hacia la nueva fase de su carrera. "Físicamente me veía bien un año más. Desde el club me dijeron que no querían que siguiera de jugador y me querían en el club", ha afirmado un Navarro todavía con nostalgia de decir el adiós definitivo a su carrera profesional.

Después de hablar con el presidente Josep Maria Bartomeu y acabar dando el paso definitivo para dejar las pistas, Navarro también ha confesado que "ha sido un verano difícil". "Me hubiera gustado despedirme de otra manera", ha seguido diciendo con un sentimiento contrariado.

Sin embargo "la decisión ya está tomada, se tiene que pasar página y seguir adelante". Al principio le "molestó" la decisión que se había tomado y este cambio que se le tenía preparado, que también le "chocó", pero a los 38 llega el momento de dar un paso más. Un discurso muy aplaudido por toda una sala llena de personalidades.

¿Camino a los banquillos?

Un total de 1.139 partidos, 13.609 puntos, 35 títulos y 9 MVP's lo hacen ser una estrella. Un jugador fuera de serie que ha hecho historia durante veinte años. Desde su debut un 23 de noviembre de 1997 hasta ahora, con un fugaz paso por la NBA.

"Se ha acabado una etapa genial de mi vida y ahora empezará una de diferente", dice Navarro, que ahora pasará a ser el mánager general de la sección de baloncesto con funciones institucionales y también con una función deportiva. Sobre todo estará implicado en la formación de los jóvenes. Un nuevo camino que requiere de mucha formación.

Ahora bien, en ningún caso descarta un futuro en los banquillos, aunque ahora no está en sus planes: "No me he planteado ser entrenador, pero nunca se sabe. Primero me quiero formar y quiero aprender".

Sobre este futuro que le espera a partir de ahora también ha querido dar un paso más con su nueva idea "de ayudar al club de otra manera y ayudar a los jóvenes a la transición hacia el primer equipo".

Un jugador incomparable

El pasado 17 de agosto fue cuando 'La bomba' anunció su retirada del baloncesto profesional para poner punto y final a una exitosa y larga carrera. Y Bartomeu también elogia su trayectoria: "La huella de Navarro es incomparable".

El presidente blaugrana ha anunciado que habrá retirada de la camiseta en el Palau por los "méritos", pero también porque ha sido y todavía es "una leyenda y una institución". No se ha quedado corto Bartomeu porque lo ha valorado como "el mejor jugador de la historia del baloncesto blaugrana".

Un jugador con afán de superación, ambición y descarado que ya forma parte del patrimonio del club. El mismo Bartomeu ha reconocido que "algunas cosas se podrían haber hecho mejor", pero todo ya está hecho. Navarro también tendrá un espacio en el Museo del Barça y el día 25 de septiembre será el gran homenaje institucional en el Palau Blaugrana.

Un chico de Sant Feliu

Después de veinte años de carrera profesional confiesa que tiene guardados los grandes recuerdos de las dos Euroligas conseguidas con el Barça. El jugador de Sant Feliu de Llobregat cambia las pistas por los despachos, pero todavía tendrá contacto con la canasta.

¿Y cómo será recordado? Navarro dice que quiere que se lo recuerde como "un chico que ha pasado por todas las categorías del Barça, ha ganado muchos títulos y que se ha dejado la piel y el físico para ganar con el club de su vida", porque "Juanki seguirá siendo Juanki".