Cada vez parece más probable que Sergio Ramos abandone el Paris Saint-Germain a final de temporada, solamente un año después de su llegada. Las constantes lesiones que ha tenido han impedido que tenga continuidad, y cuando ha jugado, su rendimiento ha estado muy lejos de las expectativas. El tiempo ha dado la razón a Florentino Pérez, y no se puede negar que acertó dejando salir al andaluz, que está en un declive imparable, y cuya retirada está muy cerca.

En el Real Madrid no le echan de menos, y David Alaba ha hecho olvidar la figura del capitán de la plantilla. Nasser Al-Khelaïfi fue advertido de que el ‘4’ no pasaba por su mejor momento, pero aún y así decidió aprovechar el hecho de que acababa contrato para hacerse con sus servicios de manera totalmente gratuita. Y la jugada no le ha podido salir peor, ya que las estadísticas hablan por sí solas. Hasta el momento, tan solo ha podido estar sobre el terreno de juego en un total de 283 minutos, divididos en cinco partidos, anotando un gol y recibiendo una tarjeta roja.

Resulta comprensible, por lo tanto, que se estén planteando rescindir su contrato, que expira en 2023, para librarse de su elevado salario. Y ha cobrado fuerza la contratación de Mohamed Salah, que también queda libre en 12 meses, y no parece tener intención de renovar con el Liverpool. Hasta el momento, todas las propuestas que le han hecho llegar han sido rechazadas al instante, y estaría por la labor de iniciar una nueva aventura lejos de la Premier League.

No tiene una buena relación con Jürgen Klopp, y cree que en Anfield ya ha ganado todo a lo que aspiraba. En el Parque de los Príncipes le consideran un perfecto reemplazo para Kylian Mbappé, que se marchará a coste cero, y tiene todo apalabrado para convertirse en el nuevo galáctico del Santiago Bernabéu. El internacional egipcio tendría la difícil misión de hacer olvidar al campeón del Mundial de Rusia, que es el jugador más determinante de la plantilla que dirige Mauricio Pochettino.

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Mohamed Salah y Jürgen Klopp/ Europa Press

Así lo acreditan las cifras, y así se pudo comprobar en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League ante el Madrid.

Salah pide la marcha de Ramos para firmar por el PSG

¿Y qué tiene que ver la llegada de Salah con la marcha de Ramos? La respuesta es simple: el extremo no quiere compartir vestuario con el sevillano, ya que le considera un enemigo. Obviamente, aún no ha conseguido olvidar la lesión que le provocó en el hombro en la final de la Copa de Europa de 2018.

La única esperanza para Sergio, en estos momentos, es que Zinedine Zidane se convierta en el técnico del PSG.

Sabe que, con él en el banquillo, sí podría quedarse.