El Barça afronta este sábado un partido totalmente intranscendente en Vigo contra el Celta. Ernesto Valverde no quiere correr ningún riesgo y, como es lógico, reservará la mayor parte de sus estrellas pensando en la vuelta de las semifinales de la Champions League contra el Liverpool.

Este escenario abre la puerta de la titularidad a Jeison Murillo y Kevin-Prince Boateng, dos jugadores que llegaron en el mercado de invierno como una solución de urgencia y que ahora, 5 meses después, ni siquiera entran en las listas de convocados.

Es cierto que el colombiano y el ghaneano llegaron al Camp Nou siendo plenamente conscientes de que su participación sería mínima y es cierto que ahora, con lo Liga en el saco, probablemente tendrán más minutos. Antes de que acabe el curso, sin embargo, es el momento de valorar su aportación. ¿Realmente eran necesarios?

Murillo, 1 titularidad en la Liga

Cedido por la Valencia con opción de compra, Murillo se marchó de Mestalla después de enfrentarse a Marcelino. En la capital del Turia el colombiano jugó 270 minutos antes de ser defenestrado, exactamente los mismos que ha disputado con la camiseta del Barça a estas alturas.

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Murillo sólo ha jugado tres partidos como blaugrana: 2 en la Copa (a los octavos de final contra el Levante) y 1 en la Liga (contra el Huesca con la Liga sentenciada). En su primera intervención como culé vio cómo el Barça perdía contra el Levante (2-1), pero en la vuelta formó parte del equipo que remontó la eliminatoria (3-0). Después de pasarse tres meses sin jugar ni un minuto, Murillo reapareció en el Alcoraz de Huesca para formar una defensa de tres centrales con Samuel Umtiti y Jean-Clair Todibo, en una jornada prácticamente intranscendente.

El colombiano no es un mal jugador y, según apuntan varias fuentes, su actitud en la Ciutat Esportiva Joan Gamper ha sido impecable. Este hecho, sin embargo, será insuficiente para que se quede en el Camp Nou.

Boateng, un fichaje difícil de explicar

Si el fichaje de Murillo sorprendió en gran parte de la parroquia culé, el de Boateng directamente fue calificado de inexplicable. El jugador de Ghana nacido en Alemania llegó procedente del Sassuolo después del adiós de Munir, que se marchó a la Sevilla en el mercado de invierno. El Barça prefirió ganar una cantidad mínima con el futbolista de la cantera antes que perderlo en verano, y apostó por Boateng como relevo.

Prince llegaba con el aval de la secretaria técnica gracias, en gran parte, al juego que mostró en Las Palmas hace tres temporadas, cuando bajo las órdenes de Quique Setién sumó 10 goles en la Liga. Los informes del ghaneano, sin embargo, también le atrbuían cierta fama de díscolo, y lo cierto es que el tiempo ha dado la razón a aquellos que se mostraron críticos con su incorporación.

Boateng Huesca Barca EFE

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El balance de Boateng es todavía más pobre que el de Murillo. Como blaugrana ha disputado 3 partidos: 1 de Copa contra el Sevilla y 2 de Liga contra Valladolid y Huesca. Los resultados, idénticos a los del central colombiano: 1 derrota, 1 victoria y 1 empate. Boateng ha sido incapaz de mojar en ninguno de estos partidos y, más allá de su aportación goleadora, ha demostrado que no tiene la habilidad necesaria para jugar en el Barça.

Por si fuera poco, el futbolista demuestra una actitud pasota que Valverde no ha perdonado. Jugar en el Barça ha sido un premio a su buena trayectoria futbolística, pero el Erasmus en Barcelona se acabará muy pronto. Boateng volverá a Italia y siempre podrá explicar que entrenó al lado del mejor del mundo.