Agustí Benedito, excandidato a las elecciones del Barça del 2010 y del 2015, ya ha registrado esta misma mañana en las oficinas del club la petición formal para poner en marcha una moción de censura contra la actual junta blaugrana de Josep Maria Bartomeu. Este próximo mes de septiembre será clave en el desarrollo del tercer voto de censura de la historia del club.

Después de los impulsados contra Josep Lluís Nuñez y contra Joan Laporta, este será el tercer voto de censura de la historia del Barça, que tendrá que tirar adelante las próximas semanas. Será complicada la tarea ya que el primer paso una vez el club haya entregado todas las papeletas, será recoger las 16.500 firmas válidas de socios (15% del censo) para llegar al esperado referéndum. Después del rumbo de que ha tomado el equipo las últimas temporadas, de la mala gestión deportiva con la venta de Neymar o la mala política de fichajes tomada son algunas de las muchas razones por las cuales Benedito está convencido que el socio quiere decir la suya.

Todo eso se añade a sus razones principales que lo han llevado a tener que tomar medidas. Benedito ya afirmó y reiteró que el hecho de que el Barça como club haya sido condenado por doble delito fiscal con la exoneración de Bartomeu y Sandro Rosell son unos de los motivos clave de su lucha actual. Además, muy en desacuerdo con el patrocinio que hasta este pasado junio tenía el club con Qatar, Benedito afirma que ha hecho más mal que bien a un club manchado por los intereses personales de figuras como Rosell, Faus y Bartomeu.

Moción de censura, paso a paso

El próximo paso después de que Benedito haya presentado la voluntad de sacar adelante la moción de censura recae sobre el club. El Barça tiene cinco días hábiles para hacerle la entrega a de las papeletas para que pueda conseguir las 16.500 firmas que lo permitan poner en marcha el referéndum. Esta recogida de firmas estarán comprendidas en un periodo de 14 días hábil. Y en el caso de conseguirse, ya se pondrá en marcha el referéndum de la moción de censura. Para disolver la actual junta se necesitarían dos tercios de los votos favorables al 'sí' de la moción. En caso de resultado afirmativo todo iría encaminado a nuevas elecciones, pero si saliera el 'no', todo seguiría igual.