Sólo se tiene que mirar a Messi y esperar su magia. El 10 blaugrana ha vuelto a estar de 10 y ha conducido un partido que ha resuelto con Neymar y el retorno del mejor Barça. El Celta ha acabado rendido a un equipo que apostado para volver a jugar a fútbol (5-0).

Si se había dicho que estos tres años de Luis Enrique se ha visto el equipo del tridente, la cosa no es exactamente así, porque es el equipo de Messi. El de Rosario ha marcado una época en el Barça y todavía lo sigue haciendo. El debate ahora es si el Barça juega con un 4-3-3 o un 3-4-3, pero los sistemas no existen para el 10 blaugrana. Luis Enrique sólo tiene que facilitarle el protagonismo a Messi porque él ya sabe qué hacer con el balón en los pies.

Un nuevo partido con el argentino siendo diferencial, conector y alma del equipo. Los debates ya no son por la manera de jugar, sino que ya vuelven a hablar los futbolistas sobre el campo. Messi cierra debates y cierra polémicas contra el Celta en una semana movida por el futuro del banquillo y con un pensamiento dirigido en la Champions.

No había mejor manera de llegar a la gran cita del PSG que con el equipo volviendo a recuperar las buenas sensaciones. Con un gran Messi también ha aparecido su gran socio. Neymar ha sido su escudero y ha celebrado el retorno del buen juego con su amigo.

Messi llama a la portería

Sin querer especular ni sufrir, la obligación de ganar estaba presente después de la victoria del Madrid. El liderato era la mejor manera de acabar la jornada y no ha habido sorpresa. El Barça ha sido aquel equipo que hacía semanas que no veíamos. La verticalidad más efectiva, el dominio más evidente y la solidez más destacada.

Messi ha comandado a un Barça que mejora día tras día. Neymar lo ha acompañado. Precisamente cuando la conexión entre los dos ha sido más presente, ha llegado la genialidad del argentino. Minuto 23. Messi cocina la jugada y a solas marca el gol. Desde el círculo central, media vuelta prodigiosa y se va de Cabral. Carrera hacia el área, regate para hacerse el espacio y disparo preciso para batir la portería del Celta desde fuera el área. Messi lo ha celebrado y ha llamado con el gesto del teléfono a su sobrino, pero de paso se ha recordado que debe renovar ya. Inmenso.

Pero la superioridad de los blaugrana gracias a un omnipresente Messi y un bailarín Neymar se ha resuelto con una de las grandes obras de arte de la temporada. El brasileño ha hecho disfrutar el Camp Nou con un sombrero impresionante por hacer el segundo antes del descanso. Suave y preciso para hacer uno de sus mejores goles vestido de blaugrana. Pero todo eso no hubiera sido posible si no hubiera sido por una deliciosa asistencia del argentino.

Pensando en la Champions

El partido se ha resuelto en sólo 45 minutos. El marcaje individual del Celta de Berizzo se ha roto con las rápidas conexiones. La movilidad de Neymar ha sido clave y la visión de Messi, decisiva. Rakitic ha sentenciado ya a la segunda mitad con el tercer gol en fuera de juego, antes del cuarto de Umtiti y el quinto, de nuevo, del 10.

Cinco goles para derrotar al Celta y llegar con la mejor confianza contra el PSG. Ahora sólo toca pensar en la complicada remontada en la Champions del miércoles en el Camp Nou. No es imposible porque el equipo ha vuelto, Neymar ha mejorado y Messi no se ha marchado.