La situación de Max Verstappen en Red Bull Racing atraviesa su momento más incierto desde que se unió a la escudería austriaca. Después de años de dominio absoluto, el piloto neerlandés ha comunicado a la cúpula del equipo que está estudiando seriamente su salida a partir de 2026. Las sensaciones del belga no están siendo nada positivas este curso.
El contraste con la temporada anterior no podría ser más evidente. En 2024, Verstappen llegó a la undécima cita del calendario, en Austria, como líder sólido del Mundial. Tenía una ventaja de 69 puntos sobre Lando Norris. Su rendimiento abrumador en las primeras cinco carreras le permitió gestionar el campeonato con solvencia y coronarse con su cuarto título mundial consecutivo. Sin embargo, en 2025, la historia ha cambiado.
Max Verstappen muestra signos de agotamiento en Red Bull
Actualmente, Verstappen se encuentra en la tercera posición del campeonato, a 43 puntos de Oscar Piastri, actual líder. Su última victoria en Emilia Romagna no ha bastado para frenar la irregularidad que ha marcado su campaña. De hecho, esta temporada ha registrado su peor resultado desde 2017. Ocurrió en España, donde solo sumó un punto.

En este contexto, se ha abierto una fase clave de la temporada: el verano, momento en que las negociaciones contractuales se intensifican. Según informa el diario MARCA, Verstappen no ha tomado una decisión definitiva, pero ya ha advertido a Red Bull que está valorando su salida para 2026. Por dos motivos principales: primero, la incertidumbre que genera el nuevo reglamento técnico. Por otro lado, el debut del motor propio de RB Powertrains, que no le transmite total confianza.
Verstappen no encuentra un destino fiable
No obstante, la posible salida del tetracampeón tiene un problema: la falta de alternativas claras. Aunque durante 2024 se vinculó fuertemente con Mercedes, donde Toto Wolff mostró un interés público y constante, el ascenso de Russell y la apuesta por el joven Antonelli podrían cerrar esa puerta. Además, el elevado salario del neerlandés, que ronda los 60 millones de euros anuales, dificulta cualquier negociación.

En Aston Martin tampoco tiene sitio. Fernando Alonso y Lance Stroll tienen contratos en vigor. Y aunque se rumorea que Ferrari podría hacer movimientos, la salida de Charles Leclerc no está garantizada. Así, Verstappen se encuentra ante una encrucijada profesional: desea un nuevo proyecto competitivo, pero no hay un destino claro que cumpla con sus exigencias. Por el momento, la opción inteligente pasa por seguir cumpliendo su contrato, que finaliza en 2028. La evolución de su monoplaza en las próximas semanas será decisiva.