Maria Vicente dice adiós a los Juegos Olímpicos de París al romperse el tendón de Aquiles. La atleta catalana no ha podido completar uno de los saltos de la prueba pentatlón del Mundial indoor de Galsgow, dejando una escalofriante imagen nada más lesionarse. La de Hospitalet de Llobregat, en plena carrera antes del salto de altura, se ha llevado la mano a la parte posterior del pie, requiriendo que las asistencias médicas le atendieran y le tuvieran que retirar en camilla.

La atleta de 22 años, que tenía como gran objetivo París 2024 después de representar a España ya en los Juegos Olímpicos de Tokio, dejaba la pista entre lágrimas de desconsuelo, sabedora de lo que podía haberse esfumado en la lesión. Pocos minutos después, se confirmaba el peor de los presagios: rotura total del tendón de Aquiles que la deja fuera de lo que resta de temporada, incluida la cita Olímpica de julio y agosto.

Maria Vicente y los estremecedores "no, por favor"

En el momento de la rotura, Maria Vicente se dejaba caer en la lona, entre lágrimas y repeticiones de la frase "no por favor, a mí no por favor". Y es que la barcelonesa llegaba a tierras escocesas recién recuperada de una lesión que, precisamente, le había hecho centrarse solo en algunas de las pruebas combinadas.

No obstante, y a pesar de empezar el Mundial con una salida nula en unos 60 metros vallas que posteriormente ganaría con su mejor marca personal durante un pentatlón (8,07 segundos), Maria Vicente llegaba al salto de altura líder en el momento de la lesión con 1.113 puntos a falta de cuatro pruebas. Había superado los listones iniciales de 1,67 y de 1,70 metros, pero al afrontar el de 1,73 metros, las lesiones volverían a aparecer de nuevo en su camino.

Maria Vicente / Foto: EFE
Maria Vicente, durante el Mundial de Glasgow / Foto: EFE

Maria Vicente no pierde la sonrisa

Ella misma se enfrentaría a los micrófonos después del momento de la lesión, explicando que se trata "de una rotura completa del tendón de Aquiles" y que cuya recuperación la dejará en manos del "doctor Puigdellívol, que es quien me operó el recto anterior del cuadríceps y he tenido muy buena recuperación". Todo, pasando de la sonrisa a la voz rota y volviendo a la sonrisa cuando ha agradecido el ánimo recibido y la bienvenida después de la lesión, deseando volver más fuerte.