Marc Márquez lo ha intentado, pero se ha encontrado con la negativa de Ducati. El piloto de Cervera quería que la moto Gresini que tendrá la próxima temporada fuera la misma que la que pilotarán los pilotos de Ducati, la versión mejorada del 2024, pero la respuesta no ha sido la esperada. Márquez tendrá a su disposición la Ducati actual, la que pilotan Francesco Bagnaia y Enea Bastianini. La moto es rápida y fiable, aunque se intuye que será inferior a la nueva que la marca italiana lleva tiempo preparando.

"Tendré la moto que va a ganar el Mundial de este año y es interesante", admitió recientemente el piloto de Cervera. "Voy a tener la moto de 2023, pero no sé cómo será su evolución", añadió, dejando claro que teme que mientras la Ducati 2024 vaya creciendo a lo largo de la temporada, su moto se quede obsoleta, lo que le pondría en muchos problemas a la hora de poder luchar por el Mundial de MotoGP.

Marc Márquez enfadado / Foto: Repsol Media Service
Marc Márquez, con el rostro serio / Foto: Repsol Media Service

Los motivos del "no" a Márquez

Y es que la presión para que Gresini no optara a la nueva moto ha sido muy alta. Por un lado, por aquellos que consideran que darle demasiadas alas a Marc Márquez pondría en problemas a Pecco Bagnaia, el héroe actual de Ducati, un piloto que ha recuperado el orgullo italiano por las motos, después del largo agujero que dejó el adiós a la competición de Valentino Rossi.

Y después está el propio Rossi, enemigo público de Marc Márquez, que no quiere que el de Cervera logre lo que él nunca pudo hacer, ganar un Mundial con su querida Ducati. Valentino Rossi, además, tiene otros intereses, ya que su equipo, el Mooney VR46 Racing Team, también está bajo el paraguas de Ducati, y il Dottore no se quiere ni imaginar que Marc Márquez logre estar por encima de su propio equipo con una moto Ducati.

Valentino Rossi Europa Press
Valentino Rossi, expiloto de MotoGP / Foto: Europa Press

Ducati, a la expectativa

Además, en Ducati también están a la expectativa de ver si Marc Márquez realmente ha llegado a Gresini para defender a Ducati durante un largo periodo de tiempo o si solo está de paso, camino de KTM, que para la próxima temporada no tenía motos disponibles.

Todas las suspicacias han provocado que se haya decidido mantener la hoja de ruta inicial, que Marc Márquez tuviera a su disposición la moto del 2023, una moto competitiva y fiable con la que el piloto de Cervera tendrá la posibilidad de obtener buenos resultados, aunque difícilmente podrá poner en problemas a la nueva versión de la Ducati, que se espera más rápida y fácil de pilotar.