El FC Barcelona vuelve al mercado tras el portazo de Nico Williams, y todas las miradas apuntan ahora a un viejo anhelo: Marcus Rashford. El internacional inglés, que no atraviesa su mejor momento en el Manchester United, vería con buenos ojos una salida que revitalice su carrera, y su entorno ya ha deslizado que le ilusiona la posibilidad de aterrizar en el Camp Nou. Sin embargo, el club inglés ha sido tajante con Deco: no habrá cesión sin compromiso económico real.
El Barça, que prefiere una fórmula de cesión simple, se ha topado con la firmeza del United, que únicamente contempla dos vías: traspaso directo o una cesión con opción de compra obligatoria. La cifra que manejan en Old Trafford se acerca a los 48 millones de euros, una cantidad que, si bien está lejos de los 85 millones que pedía el Liverpool por Luis Díaz, aún exige un ejercicio de ingeniería financiera para las arcas blaugranas.

Rashford, una oportunidad en horas bajas
La situación de Marcus Rashford ha cambiado drásticamente desde su explosión como una de las joyas más prometedoras del fútbol inglés. Esta última temporada, su rendimiento ha sido irregular, y las tensiones internas con el cuerpo técnico del United han debilitado su posición en el club. A sus 27 años, el delantero necesita un cambio de aires, y el interés del Barça ha reactivado su motivación.
La voluntad del jugador podría ser clave en las negociaciones. Rashford está dispuesto a reducir su salario para facilitar su llegada a Barcelona, una postura que ya ha trasladado a su agente. Pero el United, pese a sus dudas con el futbolista, no tiene intención de regalarlo. En Mánchester consideran que aún conserva un valor de mercado importante y que un cambio de contexto podría revalorizarlo, por lo que no quieren cederlo sin garantías de ingreso.

Deco insiste, pero la economía marca los tiempos
Deco ya ha entablado conversaciones con el entorno del jugador y ha hecho llegar al United una propuesta inicial de cesión con variables ligadas al rendimiento, pero los ingleses se mantienen firmes. Desde la directiva del Barça se estudia la opción de una compra obligatoria escalonada, que permitiría computar el gasto en distintos ejercicios, pero todo dependerá de las salidas en las próximas semanas.
El fracaso en la operación Nico Williams ha obligado al Barça a reactivar alternativas. Luis Díaz es una opción inviable por su coste, y el perfil de Rashford —explosivo, vertical, con experiencia y aún con margen de mejora— encaja en el modelo que busca Hansi Flick. El técnico alemán ya ha dado el visto bueno a su llegada si las condiciones lo permiten.
Si bien las negociaciones siguen abiertas, el Barça sabe que no habrá margen para experimentos: o asegura una opción de compra clara o el United cerrará la puerta. La presión recae ahora en la planificación deportiva culé, que necesita reforzar el ataque sin comprometer el equilibrio financiero.