El Real Madrid vuelve a decepcionar y demuestra que no tiene una idea clara de fútbol. Sufrimiento innecesario y un punto demasiado generoso con un empate de Kovacic en el último suspiro. Contra el Legia de Varsovia los blancos han tenido el partido resuelto desde el principio, pero el poco fútbol y la poca disciplina táctica de los de Zinedine Zidane ha acabado con un malestar anormal de un grande de Europa.

El Legia de Varsovia, la cenicienta del Grupo F, ha hecho una gran remontada con una espectacular efectividad ante un Madrid que ha vuelto a sudar de lo lindo en la Champions League. Los de Zidane sólo han jugado quince minutos, y el resto del partido han intentado pasar sin pena ni gloria. La cosa, sin embargo, no les ha salido bien.

Otra de las cosas destacadas del partido ha sido el silencio del estadio. Una sanción privando la entrada a los aficionados polacos después de haber provocado graves incidentes, ha ayudado a que el partido fuera una nueva manera de ver el fútbol.

Goles silenciosos

A pesar del mal partido, los blancos han empezado muy bien con un golazo mañanero de Gareth Bale cuando sólo se había jugado un minuto de juego. El extremo galés ha rematado desde fuera del área y con una volea inverosímil que ha ido directa a la escuadra rival. El veterano portero Arkadiusz Malarz no ha podido hacer nada para parar el cañonazo de Bale. El Madrid estaba fuerte y confiado.

Con la inercia blanca, un Legia tocado -sin afición- y las ganas de seguir marcando las diferencias, el conjunto madrileño ha ido a conseguir el segundo gol como fuera. Haciendo un partido cómodo y muy fácil hasta el minuto 35, los blancos han asediado la portería del Legia como si de una final se tratara. Finalmente y después de mucha insistencia, Benzema ha dado a Zidane lo que esperaba. Gol del francés, diferencia inmejorable y relajamiento generalizado.

Ridículo y sufrimiento

Todavía antes de la media parte, los blancos han bajado la guardia y eso ha vuelto a situar dentro del partido a los polacos. Cinco minutos más tarde de encajar el segundo gol, Vadis Odjidja se ha inventado otro golazo. Jugada personal, nadie lo ha seguido, nadie le ha intentado sacar la pelota, y cuando ha dispuesto de espacio, ha soltado un disparo imposible para Keylor Navas. Segunda obra de arte de la noche.

Y cuando nadie se lo esperaba, el silencio se ha duplicado con Miroslav Radović como protagonista. El extremo serbio del Legia ha vuelto a desestabilizar el Madrid con un gol ya en el transcurso de la segunda mitad. Empate con error de Keylor incluido. Los polacos han hecho salir el peor Madrid. Zidane no ha sabido que hacer desde el banquillo un partido más y ha esperado la fortuna de sus estrellas.

La sangría no ha acabado porque el Legia ha vuelto a enmudecer todo el madridismo con el tercer gol. Derrota inesperada hasta el momento que ha aparecido un salvador Kovacic para empatar el partido poco antes de darse por finalizado el partido.

Cristiano y la ansiedad

El conjunto blanco no entiende el fútbol. A estas alturas no tienen ningún tipo de definición ni de estilo de juego. Zidane no es el entrenador adecuado para el Madrid. Y a todo eso se añade un ansioso Cristiano Ronaldo con ganas de marcar goles y sin poder.

Hasta ahora los blancos han tenido la suerte del campeón. Demostrando que juegan un mal fútbol, han sufrido contra los tres rivales en la Champions. Buena temporada de los blancos, pero ningún rival de entidad. El Madrid tiene mucho a mejorar y tendrá que ir con cuidado en la clasificación. Zidane y su equipo no pueden tener más errores en Europa.

 

Los goles

0-1 Bale 1'

0-2 Benzema 35'

1-2 Odjidja 40'

2-2 Radović 58'

3-2 Moulin 83'

3-3 Kovacic 85'