Cada día que pasa, el Real Madrid parece más cerca de resignarse. El club, de pretemporada en Estados Unidos, no ha conseguido fichar a nadie para llenar el hueco que ha dejado Cristiano Ronaldo, que ya se entrena con la Juventus de Turín. El entrenador Julen Lopetegui empieza a asumir que tendrá que pasar el primer año con una plantilla debilitada: "Seré feliz si no viene ni se va nadie". Su discurso choca frontalmente con las ambiciones de una directiva que empezaba el verano con la voluntad de dar una golpe encima de la mesa.

El gran objetivo era vestir a Neymar de blanco. El club parecía dispuesto a poner en marcha una operación multimillonaria para que el delantero brasileño cambiara París por Madrid. Después de muchos rumores, declaraciones cruzadas y gestos públicos, Neymar puso punto y final a las especulaciones: "Sigo, tengo contrato con el París Saint-Germain". Las trece Copas de Europa no han ganado al dinero de Qatar, capaz de aguantar estrellas bajo un mismo escudo.

Con Neymar fuera del mercado, las opciones del Madrid para sustituir los 44 goles de Ronaldo son muy pocas. Por no decir inexistentes. Mohamed Salah (Liverpool) y Harry Kane (Tottenham) acaban de renovar sus contratos. Sólo Eden Hazard, extremo belga de 27 años, parece decidido a forzar la máquina para dejar el Chelsea. La predisposición del futbolista, sin embargo, no activa al Madrid, que centra su mirada en una plantilla que ya emitió síntomas de desgaste en la última Liga.

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Zinedine Zidane decidió dar un paso al lado porque los jugadores necesitaban un "cambio" para seguir ganando y él no se veía capacitado para liderarlo: "Después de tres años, el equipo necesita otro discurso y otra metodología de trabajo". Lopetegui tendrá que provocar el cambio con pocas caras nuevas para ganar la Supercopa de Europa contra el Atlético de Madrid (15 de agosto).

Hasta ahora, el Madrid sólo ha sido capaz de convencer a Andriy Lunin, Álvaro Odriozola y Vinícius Junior. Lunin llega como tercer portero. Odriozola, para competir con Dani Carvajal en el lateral derecho. Vinícius es un brasileño de 18 años que se estrena en Europa. La plantilla, por primera vez en los últimos 18 años, no tiene a ningún ganador del Balón de Oro.

El desencanto por la ausencia de incorporaciones provoca que Florentino Pérez sea uno de los más solicitados en los primeros entrenamientos del Madrid en Miami. El presidente, mientras medita como animar a una afición que ya no recuerda la Champions de Kiev, se distrae firmando autógrafos.

El tiempo juega en contra del Madrid. El mercado de fichajes de la Premier League se cierra el próximo 9 de agosto, un día antes del primer partido. La Serie A, la Liga italiana, hará lo mismo, pero el 17 de agosto. Estas dos medidas condicionan los movimientos de una dirección deportiva que parece haber perdido poder de seducción. A la espera de fichajes, toda la responsabilidad recae en los pies de los delanteros.

Gareth Bale está obligado a asumir la responsabilidad que ha evitado en los primeros cinco años. Karim Benzema tendrá que marcar los goles que falló la temporada pasada. Isco Alarcón no podrá esconderse detrás de detalles técnicos a menudo intranscendentes. La situación también empuja a Marco Asensio a dar un paso adelante.