"No es una jornada clave, para nada. Puede ser especial, por los enfrentamientos directos, pero no será clave". Luis Enrique no ve nada de diferente a esta jornada por el Barça en el que la Liga está más ajustada que nunca y el liderato vuelve a estar en juego. Más allá de la sorpresa que el partido contra el Atlético de Madrid no es decisivo para la competición, el asturiano ha seguido con los tópicos asegurando que el objetivo "es hacer un buen partido y ganar los tres puntos".

El rival será el Atlético de Madrid, un rival más que conocido y con una complicación máxima. "Hay jornadas que se pueden marcar como especiales, pero te puedes dejar puntos en cualquier partido", ha asegurado el técnico asturiano en la previa de un fin de semana clave con respecto a las aspiraciones de la competición regular.

Si es complicado jugar contra PSG o Leganés, se ejemplariza cómo es de difícil salir siempre con el mejor juego. "En todos los equipos nos es difícil ganar siempre", ha explicado Luis Enrique sobre la dificultad del fútbol y la presión blaugrana.

Un Atlético diferente

A pesar de asegurar que "presentará las mismas dificultades que siempre", Luis Enrique ha querido diferenciar este partido de los dos vividos recientemente en la Copa del Rey. Especial importancia para los dos equipos, con el objetivo de no perder distancia respecto del liderato, pero siempre atentos a todos los condicionantes.

"No he de importar nada de ningún otro equipo porque me gusta el mío. El Atlético es un equipo muy preparado y muy profesional, pero prefiero explotar las virtudes de mi equipo". Sin querer valorar nada que no fuera el Barça, el entrenador asturiano se ha centrado en alabar a sus jugadores en una rueda de prensa rápida y con pocas palabras.

Con el descanso, el equipo llega bien y con la misma unión habitual. "El vestuario siempre ha sido unido: más contento cuando las cosas van mejor y menos cuando no van tan bien". Las cosas están claras y también lo tienen los futbolistas, que defienden a muerte al entrenador (Piqué y Jordi Alba), aunque Luis Enrique afirma no haber escuchado ninguna declaración.

El calendario deja descanso

Después de haber jugado 14 partidos en 7 semanas, el equipo nota tanto físicamente como mentalmente las sensaciones de cansancio. Primera semana casi limpia y posibilidad de recuperar en el momento más crítico de esta temporada.

"Los días de descanso nos han servido para desconectar y prepararnos por lo que vendrá". La tregua en Barcelona ha servido para marcharse de la rutina de partido y cambiar la mentalidad. "El calendario nos ha pasado factura", ha explicado sobre las repletas últimas semanas.

Nada de lateral derecho y la Masia

Como ya es habitual, Luis Enrique no ha querido hablar sobre la posible llegada de un lateral derecho. "No tengo por norma hablar de cosas internas", como excusa. Además, el asturiano ha añadido que "el tema del fichaje del lateral derecho es privado".

El entrenador azulgrana ha confesado que no vio el gran partido del Juvenil A en la Youth League, pero ha destacado la temporada "exquisita" que están haciendo los de Gabri. También ha hablado sobre el golazo de Jordi Mboula, pero ha añadido que "tiene que seguir explotando su potencial".

Pasante por encima de Ranieri

Pareciendo que la destitución de Claudio Ranieri, actual campeón de la Premier League, ha sido un hecho poco interesante, Luis Enrique ha respondido sin ser muy comprensivo cuando se le ha preguntado: "Hay dos noticias cuando destituyen a un entrenador: una triste para el que se marcha y una buena para lo que ficha". Siendo muy frívolo sobre el mundo de los entrenadores, ha sido repreguntado sobre el tema y por su época como jugador, respondiendo en la misma línea. "No recuerdo si en mi etapa como jugador había más ceses que ahora, en todo caso así es la vida del entrenador", ha concluido.