La polémica en Llançà no se detiene. El sábado pasado, el primer equipo del club alto-ampurdanés celebró su ascenso a Segunda catalana con una stripper en el vestuario, hecho que ha despertado una ola de críticas que acusan a la plantilla y la entidad de machista.

Este jueves, el secretario del Llançà, Francesc Romero, asumió la responsabilidad de la contratación en declaraciones en este diario y, además, aseguró que había recibido el apoyo de la entidad -a quien exculpó en todo momento- y de varias personas del pueblo. Ahora, sin embargo, un nuevo protagonista entra en escena. El Ayuntamiento del municipio no perdona la polémica celebración y abrirá un expediente informativo al club de fútbol.

El alcalde en funciones, Pere Vila, ha asegurado que a raíz del expediente se creará una comisión con todos los partidos políticos donde se pedirán explicaciones de los hechos para dirimir responsabilidades. "Todos los grupos estaremos defendiendo los derechos y ayudando al club en este momento de transición", ha remarcado Villa, en referencia a la dimisión del presidente y del secretario del equipo. Los grupos municipales, además, han anunciado que harán campañas de sensibilización para intentar revertir la mala imagen que se ha proyectado del equipo y del municipio al exterior.

El club condena los hechos

Paralelamente, el CE Llançà ha emitido un comunicado en sus redes sociales donde asegura que no cree que "una celebración de ascenso ni de cualquier tipo tenga que involucrar la cosificación de la mujer".

La entidad, además, remarca que ningún miembro de la plantilla, del cuerpo técnico ni el resto de la directiva "tenían conocimiento de los hechos que se habían preparado", hecho que coincide con la versión que dio Romero, el encargado de contratar a la stripper, en este diario.