El Leicester City ha anunciado por sorpresa la destitución del entrenador italiano Claudio Ranieri nueve meses después de conquistar el título de la Premier League.

Ranieri, que llegó al banquillo de los 'Foxes' en julio de 2015 como reemplazo de Nigel Pearson, logró lo imposible -5000 a 1 en las casas de apuestas británicas antes de iniciarse la temporada- y se coronó campeón de liga en su primer curso, con un equipo que se había salvado milagrosamente del descenso unos meses antes.

"Su condición de entrenador más laureado en la historia del Leicester City no tiene discusión. Sin embargo, los resultados este curso en la campaña doméstica han hecho que la permanencia en la Premier League esté en duda, por lo que la junta directiva cree que es necesario un cambio en la dirección", informó el conjunto inglés a través de un comunicado.

"Aunque es doloroso, es una decisión que se ha tomado pensando siempre en los mejores intereses para el club", señaló el Leicester en la nota.

Después de una primera campaña de ensueño, en la que los 'Foxes' levantaron su primer título de liga en los 133 años de historia del club, esta temporada los resultados no han acompañado. Pese a brillar en la Liga de Campeones, donde se clasificaron con holgura para los octavos de final -este miércoles cayeron 2-1 a manos del Sevilla en el partido ida en el Ramón Sánchez Pizjuán-, en la Premier League marchan en decimoséptima posición, un punto por encima de los puestos de descenso.

Curiosamente, el pasado 7 de febrero la junta directiva del Leicester dio un voto de confianza a Ranieri, de 65 años, y le aseguró que tenía su "apoyo incondicional". Dieciséis días después, el conjunto del centro de Inglaterra, eliminado de la FA Cup y sin estrenar su casillero de triunfos en la liga en este año 2017, anuncia por sorpresa la marcha del preparador transalpino.

"Esta ha sido la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en los siete años que llevamos en el King Power Stadium. Pero tenemos que mirar por los intereses del club a largo plazo, sin pensar en los sentimientos personales, por muy fuertes que sean", dijo Aiyawatt Srivaddhanaprabha, vicepresidente de la entidad.

"Estaremos siempre eternamente agradecidos a Claudio por todo lo que nos ayudó a conseguir. No esperábamos repetir la hazaña del pasado año; de hecho, la permanencia en la Premier League era nuestro primer y único objetivo. Pero ahora tenemos que pelear por lograrlo y creemos que es necesario un cambio de cara a los últimos 13 partidos de liga", añadió el directivo.

El club ha confirmado que, tras la marcha de Ranieri, que se va junto a sus ayudantes, serán Craig Shakespeare y Mike Stowell, segundo entrenador y ayudante en el primer equipo, respectivamente, los encargados de dirigir las sesiones de entrenamiento y los partidos hasta que la junta nombre a un nuevo inquilino para el banquillo.

"Ayer murió mi sueño"

Claudio Ranieri ha emitido este viernes, 24 horas después de haber sido destituido en el club inglés, un emotivo comunicado en el que asegura que ayer "murió" su sueño.

"Después de la euforia de la pasada temporada y de ser coronados campeones, lo único que soñé era en quedarme para siempre en el Leicester City, el club que amo", dijo el preparador transalpino en la misiva. "Lamentablemente, las cosas no se han dado así", añadió.

"Quiero darle las gracias a mi mujer, Rosanna, y a toda mi familia por todo su apoyo durante mi tiempo en el Leicester. También gracias a Paolo y Andrea, quienes me acompañaron en este viaje increíble, y a Steve Kutner y Franco Granello por darme la oportunidad de ser un campeón", señaló.

"Sobre todo, tengo que darle las gracias al Leicester City Football Club. La aventura fue increíble y vivirá conmigo para siempre. Estoy también muy agradecido a los periodistas y a los medios de comunicación que estuvieron con nosotros y contaron la historia más bonita que ha habido en el fútbol", añadió en la nota.

"Mi corazón está con todos en el club, con todos los jugadores y el cuerpo técnico, con todos los que estuvieron ahí y formaron parte de lo que logramos. Pero, sobre todo, con los aficionados. Me abrieron la puerta de su corazón desde el primer día y me amaron. Yo también os amo a vosotros y nadie nos puede quitar lo que conseguimos juntos. Espero que piensen en eso y sonrían, como yo siempre lo haré. Fue una época de felicidad que nunca olvidaré. Fue un placer y un honor ser campeón con todos vosotros", concluyó el ya exentrenador del Leicester.