El Espanyol tampoco ha podido parar la buena racha de resultados del Leganés y ha perdido por 3 goles a 2 en su visita a Butarque. Los de Quique han dejado escapar una buena oportunidad para soñar con Europa en un partido en que Hermoso ha sido el protagonista con dos goles en propia y uno en la portería adecuada.

Juego de inercias

El fútbol es mucho más sencillo de lo que parece. Si un equipo pone más ganas y ambición que su rival, lo más normal es que le acabe ganando. Aunque siguen siendo factores decisivos, en los últimos años la calidad y la estrategia han perdido peso y lo que antes eran intangibles se han convertido en imprescindibles. La fe mueve montañas, que dicen algunos.

En Butarque se han encontrado dos equipos que venían de disputar una eliminatoria de Copa contra los dos grandes equipos de la Liga Española, Barça y Real Madrid; dos derbis, uno catalán y otro madrileño, que se han saldado con diferente suerte respecto de los equipos modestos. El Espanyol no pudo defender en el Camp Nou el buen resultado de la ida, pero el Leganés sí que pudo remontar en el Bernabéu. Y la inercia positiva de unos ha pesado más que la necesidad (no numérica, pero sí emocional) perica durante toda la primera mitad.

Y es que cuando todavía no se había llegado al cuarto de hora, Zaldúa ha hecho un centro que se ha ido envenenando y que ha acabado tocando el cuerpo de Hermoso antes de introducirse en la portería de Diego López. El gallego, por cierto, parece el escogido por Quique para ocupar el banquillo espanyolista para lo que queda de temporada. El tanto ha espoleado a los locales y ha despertado a los blanquiazules, que todavía no se habían despertado.

El intento de reacción, sin embargo, ha sido más ficticio que real, y el Leganés ha seguido creando peligro. Los locales han tenido que hacer muy poca cosa para ser superiores a sus rivales, cuya primera parte ha estado, en términos negativos, a la altura del juego del equipo contra el Sevilla la pasada jornada. Sin embargo, aquel día la efectividad impidió que el Espanyol compitiera y hoy ha sido precisamente lo contrario.

Un partido que marca el futuro

Los visitantes han superado en dos ocasiones a Cuéllar, una justo antes de llegar al descanso y la otra una vez iniciada la reanudación. En la primera, Bustinza ha evitado el gol bajo palos, pero la defensa madrileña no ha podido hacer lo mismo en un potente disparo de Marc Navarro. El lateral derecho ha hecho una gran jugada individual y ha empatado el partido sin que su equipo hiciera los merecimientos necesarios para conseguirlo.

El partido en Butarque servía para marcar la segunda vuelta perica: o luchar por Europa o quedarse en zona de nadie. El peligro de perder era, básicamente, el de hacer del segundo tramo de la temporada unos meses sin más motivación que evitar la zona de descenso. Evidentemente, todavía quedan muchas jornadas por disputar y todo puede pasar; pero no es menos cierto que una derrota hoy borraba cualquier posibilidad de ilusionar a la afición blanquiazul.

El empate ha sido un espejismo y el Leganés ha acabado imponiendo su estado de gracia con una jugada aislada. Raúl García ha hecho un prodigioso centro y Guerrero, que ha ganado la espalda a los centrales catalanes, ha rematado muy ajustado para que Diego López no pudiera hacer nada. Quedaban veinte minutos para el final, pero la sensación era que el resultado era el definitivo. Jaque mate.

Marc Navarro no se ha rendido y ha hecho una jugada que ha sido sintomática: el barcelonés, que es el único jugador perico que se ha salvado hoy, ha dejado atrás a tres jugadores del Leganés para enviar la pelota al travesaño. El lateral no ha podido completar su doblete y Hermoso ha vuelto a marcarse en propia portería para acabar de hacer más grande la herida de su equipo. Partido sentenciado.

En el último minuto de partido, Hermoso ha acertado la portería y ha reducido distancias prácticamente sin querer, pero los tres puntos se han quedado en Butarque. El Espanyol, que está a siete puntos del descenso, podría acabar la jornada a once puntos de Europa si el Sevilla gana contra el Getafe. Instaurados en zona de nadie, los de Quique Sánchez Flores necesitan sumar en las próximas jornadas si no quieren que la segunda vuelta de la Liga Santander se les haga muy larga.