El ambiente en el vestuario del Barça vuelve a estar cargado, y esta vez el protagonista es Lamine Yamal, el joven talento al que muchos señalan como el futuro del club. La derrota en Londres (3-0) no solo dejó heridas deportivas, sino también internas. Entre pasillos, miradas y comentarios, el canterano siente que algo no encaja y que hay compañeros que no están precisamente de su lado.

La clave de la derrota, para muchos, no estuvo en la ocasión fallada por Ferran Torres en los primeros minutos. Una oportunidad que, por cierto, no puede errar un equipo que pretende aspirar a la Champions, ni un jugador que quiere ser titular en el Barça. Tampoco en el primer gol del Chelsea, que llegó después de que Ferran y Jules Koundé jugaran al juego de los disparates. No.

Un cúmulo de despropósitos condenó al Barça en Stamford bridge

El partido se empezó a decantar definitivamente para los blues tras la expulsión de Ronald Araújo. El uruguayo, que ha salido retratado en las dos últimas eliminaciones del Barça en la Champions, volvió a firmar un partido para olvidar. No supo gestionar sus emociones y condenó al equipo. A partir de ahí, un despropósito.

Ronald Araújo en el Chelsea-Barca

Se esperaba más del resto de futbolistas. Los azulgrana bajaron los brazos demasiado pronto. Y quienes estaban llamados a marcar la diferencia tampoco aparecieron. Uno de ellos fue Lamine Yamal, que lo intentó todo, pero fue superado en todo momento por Marc Cucurella. El crack catalán fue sustituido en la segunda mitad, sabiendo que no firmó su mejor actuación.

Lamine Yamal empieza a sentirse cuestionado

Un Lamine que empieza a sentir la presión de lo que se le exige a un jugador que aspira a ser el mejor del mundo. Y no solo del entorno del Barça. El futbolista se siente cuestionado por algunos de sus compañeros. El joven crack sospecha que cuatro jugadores del plantel están aprovechando sus últimos partidos irregulares para cargar contra él y cuestionar su comportamiento.

Chelsea- Barça Instagram

Estos futbolistas consideran que Lamine ha adoptado aires de estrella demasiado pronto. Critican su lenguaje corporal, su tendencia a asumir riesgos sin consultar y, sobre todo, el estatus que el club le está otorgando pese a su corta edad. Piensan que aún “no ha ganado nada” y que debería mostrar una humildad mayor dentro del grupo. Anoche levantó los brazos demasiadas veces reclamando todavía no se sabe qué a sus compañeros.

La tensión no ha explotado todavía, pero el malestar es real. Lamine Yamal, consciente de lo que significa estar en el escaparate del fútbol mundial, sabe que debe mejorar. Pero también sabe que, dentro del vestuario, no todos están apoyándolo como debería ser.