El FC Barcelona espera con ansias la recuperación de Lamine Yamal, que atraviesa unas molestias en el pubis que lo dejaron fuera del duelo liguero ante el Valencia. Sin embargo, el canterano ya ha sorprendido a todos con su ambición y determinación: su objetivo es estar listo para el jueves ante el Newcastle, en el estreno del Barça en la Champions League.
Con apenas 18 años y convertido en la gran estrella del equipo, Lamine no se conforma con perderse partidos. Quiere volver cuanto antes, incluso en un contexto en el que lo recomendable sería ser prudente para evitar una recaída.
Compromiso total con el equipo
En el vestuario culé han recibido con asombro la actitud del joven atacante. Compañeros y cuerpo técnico coinciden en destacar su mentalidad competitiva y el hambre que muestra día tras día. Para Flick, el compromiso del ’10’ es una garantía, aunque también es consciente de que debe manejar con calma los tiempos de su recuperación.

El técnico alemán no quiere forzar, pero tampoco es ajeno al deseo del jugador. Lamine quiere estar en el debut europeo y está haciendo todo lo posible para conseguirlo, trabajando con los fisioterapeutas y el cuerpo médico en sesiones específicas para acortar plazos.
Una pieza insustituible
La ambición de Lamine refleja también el peso que ha asumido en el equipo. En el Barça nadie duda de que se ha convertido en el gran referente ofensivo, el futbolista que puede marcar la diferencia en cualquier partido.
Con Roony y Rashford como alternativas inmediatas, el técnico alemán maneja opciones para cubrir su posición, pero ninguno tiene la influencia que ejerce Lamine en el juego colectivo. Por eso, cada día de recuperación es seguido con atención, y la ilusión del propio futbolista contagia a todo el vestuario.

El vestuario, entre la admiración y la cautela
Los compañeros valoran su actitud, aunque también tratan de transmitirle calma. Saben que forzar demasiado pronto podría ser contraproducente en una temporada larga y exigente. Sin embargo, la imagen de un Lamine entregado, trabajando a destajo para volver cuanto antes, ha generado una ola de admiración dentro del equipo.
El jueves en Newcastle marcará el estreno europeo del Barça y todos miran al joven ’10’. Lamine se ha puesto el objetivo de estar, y en el vestuario alucinan con su compromiso. Ahora la decisión final dependerá del cuerpo técnico y médico, que deberán calibrar entre la ilusión del jugador y la necesidad de protegerlo.