Lamine Yamal llega al Clásico con la ambición por las nubes. Esta tarde, en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Montjuïc, el Barça recibe al Real Madrid en un duelo clave por LaLiga, y el joven extremo de solo 17 años quiere dejar su huella en el partido más importante del curso. No es casualidad: Lamine tiene un objetivo claro para este encuentro: marcar gol. Y sabe que lograrlo puede cambiarlo todo.
Con una temporada espectacular a sus espaldas, en la que ha firmado actuaciones decisivas tanto en Liga como en Champions, el canterano sabe que está en la carrera por el Balón de Oro, y un gran rendimiento ante el eterno rival puede ser el impulso definitivo para posicionarse entre los favoritos.
Un talento precoz con mentalidad de campeón
Lamine no es un joven más en la plantilla. Su madurez futbolística, su capacidad para decidir partidos y su regularidad lo han convertido en un pilar en el esquema de Hansi Flick. El entrenador alemán ha confiado en él desde el primer día, y Lamine ha respondido con compromiso, rendimiento y carácter.

Desde el entorno del jugador, aseguran que esta semana ha estado especialmente concentrado.
Su objetivo no es menor: quiere ser determinante en un Clásico y consolidarse como uno de los mejores jugadores del mundo esta misma temporada.
Flick le dará libertad en ataque
El plan de Flick para este partido incluye a Lamine como una de las piezas clave. El extremo tendrá libertad para encarar, moverse entre líneas y buscar el uno contra uno. El técnico es consciente de que en este tipo de partidos, los detalles individuales pueden decidirlo todo, y confía en el desborde y la creatividad del canterano.
El cuerpo técnico ha trabajado con él para gestionar la presión mediática y la exigencia del Clásico, pero saben que pocas cosas motivan tanto a Lamine como estos escenarios.

Un Clásico que puede pesar en la carrera por el Balón de Oro
Aunque aún es pronto, en el entorno futbolístico ya se habla de Lamine como uno de los candidatos al Balón de Oro. Su juventud, su impacto en el juego del Barça y su protagonismo en partidos grandes lo colocan en la conversación, especialmente si el equipo acaba conquistando títulos importantes.
Un gol decisivo ante el Real Madrid, en un Clásico que puede valer media Liga, sería un argumento de peso en su candidatura. Y Lamine lo sabe.
Por eso ha afinado su puntería durante toda la semana, ha trabajado aspectos tácticos con Flick y ha visualizado este partido como uno de los más importantes de su corta pero ya brillante carrera.