El FC Barcelona arrancó LaLiga con un contundente triunfo en Mallorca (0-3), pero, aun con el buen sabor de boca que dejó el estreno, quedó la sensación de que el equipo echó en falta a su gran referencia ofensiva: Robert Lewandowski. Ni Lamine Yamal ni Raphinha tuvieron el socio ideal con el que tantas veces han brillado, y eso se notó en algunos tramos del partido.

Lewandowski seguirá siendo intocable

Ferran Torres cumplió con creces su papel como sustituto del polaco. El valenciano, muy activo, presionó, se movió entre líneas y coronó su actuación con un gol. Sin embargo, incluso con su gran rendimiento, nadie en el vestuario ni en la grada duda de que Lewandowski es un nivel superior, un delantero que marca la diferencia y que sigue siendo indispensable para este Barça.

Athletic Club Barça Lewandowski EFE
Athletic Club Barça Lewandowski EFE

La ausencia del polaco se debió a unas molestias físicas que aconsejaron no forzar en el primer partido de la temporada. Flick prefirió reservarlo para evitar riesgos, consciente de que el curso será largo y exigente. Pero su baja dejó claro lo mucho que condiciona su presencia en el ataque azulgrana. Con él en el campo, Lamine Yamal y Raphinha encuentran más espacios, porque las defensas rivales están obligadas a volcar su atención sobre el ‘9’.

Lewandowski no solo es gol. Su capacidad para fijar centrales, descargar de espaldas y generar segundas jugadas convierte al Barça en un equipo más completo y peligroso. En Mallorca, pese al dominio y las llegadas constantes, se notó en algunos momentos la falta de esa referencia que intimida y genera dudas en cualquier defensa.

El polaco, a sus 36 años, afronta la que puede ser su última gran temporada en el Barça, pero lo hace con la misma ambición de siempre. Flick confía plenamente en él y lo considera intocable en su once, sabiendo que pocos delanteros en el mundo pueden garantizar más de 30 goles por curso. Su liderazgo, además, es clave para un vestuario en el que jóvenes como Lamine Yamal necesitan referentes sólidos sobre los que apoyarse.

Lamine Yamal Lewandowski Barça Europa Press
Lamine Yamal Lewandowski Barça Europa Press

Un tridente inamovible

Lamine y Raphinha, que se entendieron bien entre ellos, no pudieron disimular en algunas jugadas esa falta de química habitual con su capitán en ataque. Con Lewandowski, las diagonales del brasileño y las internadas del joven de Mataró encuentran mayor eficacia, porque siempre hay un rematador de élite al que buscar o un espacio que se libera gracias a sus movimientos.

El Barça resolvió el debut con solvencia, pero la conclusión es evidente: cuando Lewandowski está en el campo, el equipo da un salto de calidad indiscutible. El tridente con él, Yamal y Raphinha es la carta ganadora de Flick para competir por todo esta temporada. En Mallorca se ganó sin él, pero todos saben que con el polaco, las opciones de éxito se multiplican.