El presente del FC Barcelona tiene un nombre propio: Lamine Yamal. El canterano, con apenas 18 años, se ha erigido en la gran figura del equipo y no solo por lo que aporta en el juego ofensivo, sino también por la personalidad con la que está asumiendo responsabilidades propias de un líder. El último ejemplo se vio ante el Rayo Vallecano, cuando fue él quien ejecutó el penalti y lo transformó con absoluta frialdad.
El ‘10’ quiere más protagonismo
Lamine no se esconde. Según fuentes internas, el jugador ya ha trasladado a Hansi Flick su deseo de tener un rol prioritario en las jugadas a balón parado. Eso incluye tanto penaltis como faltas, un terreno en el que históricamente el referente del Barça era Robert Lewandowski. La irrupción del joven azulgrana, sin embargo, ha cambiado las jerarquías.
El polaco, que hasta ahora era el encargado casi exclusivo desde los once metros, podría ver cómo Lamine le adelanta en este apartado. Para el canterano, es el momento de dar un paso al frente y consolidarse como líder también en las acciones decisivas.
Confianza absoluta en Flick
El entrenador alemán ha sido uno de los grandes valedores de Lamine. Desde su llegada, Flick le ha otorgado galones de titular indiscutible y ha construido el ataque en torno a él. Ahora, el técnico deberá gestionar un nuevo escenario: mantener el respeto hacia un veterano como Lewandowski y, al mismo tiempo, dar alas a la ambición de su joven estrella.
En el vestuario no ha pasado desapercibido que Lamine ya se atreva a pedir ese tipo de responsabilidades. Para muchos compañeros, es la confirmación de que se siente preparado para liderar el proyecto.
Un cambio simbólico
La posible cesión de penaltis y faltas a Lamine no sería un detalle menor. Supondría un cambio simbólico en el Barça actual: el relevo de galones de un delantero histórico como Lewandowski hacia la nueva joya de la cantera. Además, teniendo en cuenta la eficacia del canterano en este inicio de temporada, la apuesta tiene argumentos futbolísticos de sobra.
Eso sí, Flick deberá calibrar bien el movimiento. Lewandowski sigue siendo una referencia en el área y un jugador clave en el equilibrio del vestuario. Restarle responsabilidades puede tener un impacto, aunque desde el cuerpo técnico confían en la madurez del polaco para entender la transición natural hacia Lamine.
El mensaje es claro: Lamine Yamal no solo quiere ser la estrella del juego, también asumir la presión de decidir partidos desde el balón parado. Y lo está demostrando con hechos. El Barça ya tiene en casa al futbolista que está llamado a liderar su futuro inmediato, aunque eso implique desplazar a un mito como Lewandowski.