A pesar de haber cumplido los 18 años este pasado verano, Lamine Yamal ya es uno de los futbolistas más mediáticos del mundo. Su figura traspasa fronteras y está en boca de todos, tanto por las cosas buenas como por malas. Dentro del campo sigue maravillando con su talento infinito, pero fuera también es una estrella, con millones de aficionados que lo siguen desde todas partes del mundo. Ahora bien, desde su irrupción en el primer equipo del Barça, el joven futbolista culé ha tenido claro que nunca olvidaría sus raíces. Prueba de ello es la forma como ha celebrado sus primeros goles como profesional: haciendo el gesto del '304', el código postal del barrio de Rocafonda de Mataró, donde ha vivido su infancia.
El '304', una marca cada vez más universal
En la gala del Balón de Oro de 2024, cuando recibió su primer trofeo Kopa, también sorprendió a todo el mundo mencionando "la capital 304", reivindicando, de nuevo, su barrio ante todo el mundo. Su compromiso con Rocafonda es total y ahora ha ido un paso más allá, registrando la marca '304' en la Unión Europea para prendas de ropa y deportivas de todo tipo y mochilas. El futbolista del Barça ha formalizado hasta el año 2035 siete marcas comunitarias ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE, dos de ellas con su nombre y apellido y las cinco restantes con los tres últimos números del código postal del barrio de Rocafonda.

Además de blindar su nombre de forma genérica y la grafía que habitualmente utiliza, Lamine Yamal también se ha reservado las marcas 'LY304', '304' y '304 FC', además de su celebración de gol cuando dibuja el '304' con sus dedos. Un gesto que ya es universal y que para el '10' del Barça es muy especial. Y es que con él vincula sus éxitos deportivos con el humilde barrio donde creció y donde dio sus primeras patadas a un balón. Ahora este matrimonio ya es indestructible a todos los niveles, también a escala burocrática.
Lamine Yamal y el '304', un binomio inseparable para siempre
Así, el '304' y Lamine Yamal caminarán para siempre de la mano, llevando la marca. Con este movimiento, el extremo catalán aleja la posibilidad de que terceros puedan aprovecharse de su imagen. La estrella blaugrana ya es amo y señor de sus signos más identificativos, que irán ganando relevancia a medida que Lamine logre éxitos deportivos tanto a escala individual como en el Barça. Cada gol, cada título y cada éxito suyo serán también celebrados en el humilde barrio de Rocafonda. De cara a esta temporada, los objetivos del crack de la Masia son claros: dar un paso adelante en la producción de goles y asistencias para tener aún más posibilidades para ganar el Balón de Oro. Y con el club, mejorar los registros de la temporada anterior, sobre todo en la Champions League