El FC Barcelona ya respira ambiente de gran cita. El miércoles en Montjuïc se vivirá un duelo que puede marcar la temporada: el choque frente al PSG de Luis Enrique en la Champions League. En el vestuario azulgrana hay plena conciencia de lo que significa el encuentro, y uno de los que más está empujando desde dentro es Lamine Yamal. El joven talento, con apenas 18 años, se ha convertido en una de las voces que pide máxima concentración.
Mensaje directo al vestuario
El ‘10’ azulgrana ha lanzado un aviso claro a sus compañeros: este no es un partido más. Lamine ha insistido en que la cita contra el PSG es una oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa en Europa y demostrar que el Barça está de vuelta entre los grandes favoritos.

Un mensaje contundente que refleja la ambición de un jugador que, pese a su juventud, no se esconde en los días grandes.
Recuperado y con chispa
Después de dejar atrás sus molestias físicas, Lamine llega al duelo con la motivación por las nubes. Ya ante la Real Sociedad dio muestras de estar recuperado al cien por cien, con esa chispa que lo hace diferencial. Su entrada en el campo cambió por completo el rumbo del partido, regalando una asistencia a Lewandowski apenas un minuto después de pisar el césped.
Ese nivel es el que espera repetir frente al PSG, donde sabe que los focos estarán puestos en él, sobre todo ante la ausencia de Raphinha por lesión. Flick confía en que su desborde y creatividad por la banda derecha sean un arma letal para desequilibrar al conjunto parisino.
Flick, encantado con su carácter
El técnico alemán también ha tomado nota del carácter competitivo de Lamine. Flick valora mucho no solo su talento, sino su capacidad para asumir responsabilidades en partidos de máxima tensión. Lo considera un jugador determinante, capaz de aparecer en cualquier momento para cambiar el resultado.

El Barça, con hambre europea
En el entorno culé son conscientes de que el PSG será una prueba de fuego. El Barça quiere dar un paso adelante en la Champions y nada mejor que hacerlo contra un rival de peso, dirigido además por un técnico con pasado azulgrana como Luis Enrique.
Y en ese contexto, Lamine Yamal se erige como líder silencioso, mandando mensajes de ambición y confianza al vestuario. El Barça está preparado, y Lamine lo tiene claro: es el momento de demostrarle al mundo que el club catalán vuelve a estar entre los gigantes de Europa.