El FC Barcelona consiguió una victoria muy trabajada en Montjuïc ante la Real Sociedad (2-1), un triunfo que mantiene vivo el optimismo de cara al trascendental partido de Champions contra el PSG de Luis Enrique. No fue un encuentro sencillo: los de Flick empezaron perdiendo, les costó generar ocasiones y el rival obligó a emplearse al máximo en defensa. Sin embargo, la remontada azulgrana tuvo un nombre propio: Lamine Yamal.
El joven crack regresaba después de varias semanas de baja por lesión, y lo hizo de la mejor manera posible. Entró al campo en el minuto 59 y, apenas un minuto después, dejó su sello con una acción determinante. Con su frescura y capacidad para desequilibrar, encaró por la derecha y puso un centro medido para que Robert Lewandowski cabeceara al fondo de la red el 2-1 definitivo. Una jugada que resume lo que significa Lamine para este Barça: desborde, verticalidad y talento al servicio del equipo.
Un regreso muy esperado
La afición celebró su vuelta casi como un fichaje. Flick lo sabe: recuperar a Lamine en plena forma es una de las mejores noticias posibles en este tramo decisivo de la temporada. El cuerpo técnico lo vio con chispa, con ritmo y sin miedo a los duelos, lo que confirma que está 100% recuperado físicamente.
Además, el ’10’ azulgrana demostró que llega con hambre. Durante los minutos que estuvo en el campo, pidió el balón, buscó constantemente el uno contra uno y dejó claro que está listo para asumir responsabilidades. A sus 18 años, ya actúa como un líder silencioso dentro del césped, alguien capaz de cambiar el rumbo de un partido en cuestión de segundos.
Mensaje para Luis Enrique
El gran beneficiado de esta reaparición será el propio Flick, que podrá contar con su gran desequilibrante de cara al choque frente al PSG. Y de paso, el partido contra la Real Sociedad dejó un mensaje directo a Luis Enrique: Lamine está en condiciones de ser una amenaza real. El exentrenador azulgrana conoce bien al canterano, pero también sabe que en un buen día es prácticamente imparable.
La presencia de Lamine abre un abanico de opciones en ataque. Puede asociarse con Ferran Torres en el eje, combinar con Rashford en la izquierda o conectar con los centrocampistas en segunda línea. Para Flick, es una pieza imprescindible en la pizarra y su reaparición en Montjuïc multiplica las esperanzas de dar la sorpresa ante el campeón francés.
Preparado para el reto
El propio jugador ha transmitido que está con más ganas que nunca de demostrar que puede ser el mejor en noches grandes. La Champions es el escenario perfecto y el duelo contra el PSG, su primera gran cita tras la recuperación. Si lo mostrado contra la Real Sociedad fue solo un aviso, lo que viene el miércoles promete ser un espectáculo.