El FC Barcelona vive una situación delicada en su defensa. El empate (3-3) ante el Brujas fue la gota que colmó el vaso. La fragilidad que viene mostrando el Barça en defensa se repitió en el partido de este miércoles. Por culpa de ello, el conjunto de Hansi Flick solo pudo llevarse un punto en un partido en el que arrasó en ataque, con tres goles y tres balones al palo.
Un partido en el que quedó señalado el técnico, Hansi Flick, por su falta de soluciones. Pero también algunos jugadores. Uno de ellos fue Jules Koundé. El francés protagonizó varios errores que costaron goles y dejaron en evidencia una falta de concentración alarmante. Y con el francés llueve sobre mojado.
Jules Koundé sigue lejos de su mejor versión
Flick lo considera una pieza clave en su idea de juego. Desde el primer día quiso a Koundé como lateral derecho titular, convencido de que su potencia y lectura defensiva eran ideales para su sistema de presión alta. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Jules ha pasado de ser uno de los defensores más fiables del equipo a convertirse en una de las principales debilidades. Lo que comenzó como un simple bajón de forma se ha convertido en un problema serio que el club lleva intentando gestionar desde el mes de agosto.
En Brujas, volvió a quedar retratado: perdió varios duelos individuales, erró en la salida de balón y fue superado con facilidad en velocidad. El francés, que fue una de las piezas más importantes en el esquema de Flick a su llegada, atraviesa un momento de crisis prolongada que preocupa tanto al cuerpo técnico como a la dirección deportiva.
El cuerpo técnico ha detectado un problema de confianza que se ha ido agravando con el paso de las semanas. El jugador no solo ha perdido agresividad, sino también claridad táctica. Ya no anticipa, llega tarde a las coberturas y sufre en el uno contra uno. Flick lo ha hablado directamente con él en más de una ocasión, tratando de reconstruir su mentalidad competitiva, pero los resultados no llegan.
Sin alternativas disponibles para el lateral derecho
El problema, además, se complica por la falta de alternativas. El entrenador alemán no tiene un sustituto natural para esa posición. Eric García podría ocupar el lateral derecho, pero una fractura nasal le deja fuera de las quinielas para el próximo partido. Además, aunque estuviera disponible, ocuparía el centro de la defensa, dado el bajo rendimiento de Pau Cubarsí y los problemas físicos de Andreas Christensen. Ante este panorama, Flick se siente atrapado: necesita sentar a Koundé para que recupere sensaciones, pero no puede hacerlo sin debilitar aún más la defensa.
Flick, por ahora, mantiene la fe. Sigue convencido de que Koundé puede volver a su mejor nivel, aunque admite en privado que su caso se ha agravado con el tiempo. En el vestuario, sus compañeros le apoyan, pero también reconocen que el lateral francés ya no transmite la misma seguridad que antes.