Mika Faye se ha convertido en un tiempo récord en uno de los referentes del Barça Atlètic. El central senegalés llegó a la disciplina blaugrana el pasado verano, procedente del NK Kustosija croata, un fichaje que, en primer momento, pareció extraño, ya que Faye estaba jugando poco. La dirección deportiva, sin embargo, manejaba informes excelentes, por lo que no lo dudó y pagó los 1,5 millones de euros que pedía el club croata para traspasarlo.

Y Faye no tardó en demostrar que su fichaje iba por el camino de ser un enorme acierto. Sorprendió a todos en los primeros entrenamientos, hasta el punto de que Xavi Hernández contempló la idea de no tardar demasiado en darle alguna oportunidad. Además, se añade que su entrenador es Rafa Márquez, uno de los mejores centrales del mundo en la primera década del siglo XXI, por lo que el crecimiento de Faye todavía puede ser mucho mayor. Y el senegalés solo ha necesitado dos partidos de la liga para demostrar que es un central con un futuro espectacular, un fichaje de época, como el de Ronald Araujo.

Faye apuesta por el Barça

A todo ello, ahora ha trascendido que el interés de Mika Faye de jugar en el Barça fue clave. Tal y como informa el diario Sport, el senegalés recibió dos ofertas más, del Genk y del Chelsea, que se movieron al ver que el Barça entraba en contacto con el jugador. El club inglés llegó a poner más dinero encima de la mesa, tanto para Faye como para el NK Kustosija, pero la insistencia del senegalés de vestir de blaugrana acabó decantando la balanza a favor del Barça. Faye era consciente de que en Barcelona tendría muchas más opciones de llegar a la élite que en el Chelsea, un club que no está logrando salir de la crisis a pesar de estar gastando muchísimo dinero en fichajes.

Moussa Koné, ojeador del Barça del fútbol africano, ya le había explicado que en Barcelona sería importante y le puso el ejemplo de Ronald Araujo. También actuaron Mateu Alemany y Deco, un trabajo de despachos que acabó con Faye aceptando seguir su futuro en el Barça Atlètic, aunque mirando siempre a un salto al primer equipo a corto/medio plazo.

Un referente del fútbol base senegalés

Nacido en Sédhiou, Senegal, el 4 de julio del 2004, Mika Faye empezó su formación en la academia Diambars FC, donde no tardó en llamar la atención en clubes como el Reims, el Olympique de Marsella o el Dinamo de Zagreb, con el que llegó a entrenar. Terminó en Croacia, pero en las filas del Kustosija, donde no logró hacerse con un hueco en el equipo titular. Aún y así, siguió siendo líder de la selección sub-17 que dio mucho de qué hablar en el Mundial del 2019.

El Barça lo tenía controlado, seguía su progresión, y este verano supo que varios clubes de Francia, Bélgica e Inglaterra se estaban moviendo para captar a Faye. Fue por eso que el club blaugrana decidió dar el paso, ponerse en contacto con el jugador y con el Kustosija para negociar su fichaje. La operación fue un éxito y Rafa Márquez y Xavi Hernández ya se frotan las manos.