El primer partido de Liga dejó una de las sorpresas más comentadas en el entorno azulgrana: Jules Koundé se quedó en el banquillo en el debut oficial de la temporada 2025/26. Hansi Flick apostó por Eric García como acompañante en la defensa, dejando al internacional francés fuera de un once inicial que muchos daban por seguro. La decisión abrió interrogantes sobre su rol en el equipo, pero lejos de hundirse, el central ha respondido con determinación: quiere recuperar su puesto a base de trabajo y constancia.
El francés, listo para darlo todo
La suplencia no pasó desapercibida en el vestuario ni en la grada. Koundé es un jugador con jerarquía, habitual titular desde que llegó al club, y su ausencia fue interpretada como un mensaje claro de Flick: en este Barça nadie tiene el puesto asegurado. El técnico alemán valoró el buen entendimiento de Eric García con Lamine Yamal por la derecha y apostó por esa solidez defensiva. Sin embargo, Koundé no piensa quedarse en segundo plano.

El francés ha encajado el golpe con profesionalidad. Lejos de mostrar signos de descontento o frustración, se ha centrado en trabajar todavía más duro en los entrenamientos. Su objetivo es claro: demostrarle a Flick que sigue siendo un pilar defensivo de primer nivel. Koundé confía en sus condiciones y sabe que la temporada es muy larga, con múltiples competiciones en el horizonte, lo que le dará la oportunidad de volver a demostrar su valía.
Además, el propio jugador es consciente de que su rendimiento la pasada campaña tuvo altibajos. Aunque firmó partidos notables, también cometió errores que costaron caros en encuentros decisivos. Flick, exigente al máximo, no olvida esos detalles. Por ello, la suplencia ante el Mallorca no es una sentencia definitiva, sino un recordatorio de que el nivel de exigencia será extremo y solo los que estén al cien por cien tendrán protagonismo.
Koundé, por su parte, mantiene intacta su ambición. A sus 26 años está en plena madurez futbolística y quiere consolidarse como uno de los líderes de la zaga blaugrana. El francés ha transmitido a su entorno que se siente con fuerzas para dar un paso al frente y que la suplencia no le desmotivará, sino todo lo contrario: servirá como combustible para volver más fuerte.

El calendario apretado jugará a su favor. Flick necesitará rotar y dar descanso a sus jugadores en cuanto arranquen los partidos de Champions y Copa del Rey. Koundé es consciente de que ahí llegarán nuevas oportunidades y planea aprovecharlas sin concesiones. Su polivalencia, pudiendo actuar como central o lateral derecho, le da un plus de opciones que el técnico no puede ignorar.
En definitiva, la suplencia de Koundé en el estreno liguero ha sido un toque de atención, pero también el inicio de un desafío personal. El francés no se resigna a ser secundario y ha decidido rebelarse con trabajo y compromiso. Flick, que valora la competitividad interna, sabe que tener un Koundé motivado y con ganas de revancha puede ser una de las mejores noticias para el Barça en una temporada que se presenta exigente y apasionante.