El nombre de Ansu Fati vuelve a agitar los despachos del FC Barcelona. Su buen momento en el AS Monaco, donde ha recuperado confianza y gol, ha reactivado los movimientos de su agente, Jorge Mendes, decidido a forzar su regreso al club azulgrana. El representante portugués considera que el canterano está preparado para asumir el papel de nuevo delantero centro y relevo de Robert Lewandowski, cuya salida al término de la temporada parece cada vez más cercana.
Sin embargo, el plan de Mendes ha chocado con un muro en el Camp Nou. Tanto Deco, director deportivo, como el entrenador Hansi Flick han cerrado la puerta, aunque con matices distintos. El primero pide tiempo y consistencia; el segundo, directamente, no quiere saber nada del regreso del atacante por el momento.
Flick y Deco, en sintonía: “Aún no es el momento”
Según fuentes internas del club, Deco respondió con un “aún no es el momento” a la propuesta de Mendes. El dirigente considera que Ansu debe confirmar su regularidad durante toda la temporada antes de plantear un regreso. No se trata de una negativa definitiva, pero sí de un mensaje de prudencia: el Barça no está dispuesto a repetir errores del pasado, cuando las prisas por recuperar a jóvenes talentos acabaron generando más frustración que progreso.
Flick, por su parte, ha sido más contundente. El técnico alemán no olvida la etapa anterior del futbolista, marcada por altibajos y dudas en el vestuario. Su idea es mantener un grupo competitivo y estable, sin reincorporaciones que puedan alterar el equilibrio interno. “Primero debe demostrar que puede ser una estrella fuera del Barça antes de volver”, habría sido su mensaje interno.
El Betis entra en escena: un plan alternativo en LaLiga
Mientras Mendes busca fórmulas para desbloquear la situación, un nuevo actor ha aparecido en el panorama: el Real Betis Balompié. Según informaciones procedentes de Sevilla, el club verdiblanco estaría dispuesto a pedir la cesión de Ansu Fati el próximo verano si el Barça mantiene su veto. La operación sería atractiva para todas las partes: el jugador seguiría en LaLiga, el Betis reforzaría su ataque con un talento nacional y el Barcelona prolongaría su evaluación sin asumir riesgos.
El interés bético no es nuevo. El club andaluz ya valoró su incorporación antes de que Ansu partiera rumbo al AS Monaco, aunque entonces el salario y la incertidumbre física frenaron cualquier intento. Ahora, con un rendimiento creciente en Francia y la necesidad del Betis de sumar desequilibrio ofensivo, el escenario ha cambiado.
El Barça, de momento, mantiene su postura de esperar y observar. Ansu Fati tiene por delante meses decisivos en el Principado: si confirma su resurrección deportiva, podría abrirse de nuevo la puerta del Camp Nou. De lo contrario, el Benito Villamarín podría convertirse en su próximo destino en España.