La victoria del Barça en St. James’ Park ante el Newcastle dejó varias lecturas positivas, pero una de ellas hizo sonreír especialmente a Joan Laporta. El presidente azulgrana acabó encantado con la actuación de Marcus Rashford, autor de un doblete espectacular que resultó decisivo. Más allá del resultado, Laporta sabe que el club tiene en sus manos una auténtica ganga: una opción de compra de 30 millones de euros que, viendo el nivel del inglés, puede convertirse en una de las mejores operaciones de los últimos años.
La gran oportunidad de mercado
El Barça supo moverse con inteligencia en verano, asegurando la cesión de Rashford con esa cláusula de compra que ahora parece una joya. En un mercado inflacionado, donde los delanteros de primer nivel superan con facilidad los 70, 80 o incluso 100 millones, poder cerrar a un jugador de la talla del inglés por apenas 30 es prácticamente un regalo.
Laporta lo sabe y se frota las manos: si Rashford mantiene esta dinámica, el Barça no dudará ni un segundo en ejecutar la opción. La apuesta es clara, porque el delantero, a sus 27 años, está en plena madurez y puede ser una pieza esencial en el presente y el futuro inmediato del proyecto.
Rashford responde en el campo
El inglés aterrizó en Barcelona con la misión de recuperar su mejor versión tras un año irregular en el Manchester United. Y lo cierto es que está respondiendo con creces. Su doblete en Champions fue una demostración de potencia, calidad y oportunismo, las señas de identidad que lo convirtieron en uno de los delanteros más cotizados del mundo hace apenas dos temporadas.
En el vestuario, la confianza en él es total. Flick lo ha colocado como titular en ausencia de Lamine Yamal y Rashford ha asumido la responsabilidad con naturalidad, mostrándose como un futbolista diferencial capaz de marcar la diferencia en las grandes noches.
Una ganga que Laporta no dejará escapar
Laporta es consciente de que el Barça necesita reforzarse con inteligencia debido a las limitaciones económicas. En este contexto, operaciones como la de Rashford adquieren una importancia estratégica. Pagar 30 millones por un jugador con este nivel y este impacto mediático es una oportunidad irrepetible.
Además, su perfil encaja con lo que el club busca: un atacante versátil, con gol, velocidad y carisma, capaz de convertirse en un referente ofensivo en el Camp Nou. Todo apunta a que si mantiene este rendimiento, el Barça anunciará su fichaje definitivo antes de que se cierre la temporada.
La sonrisa de Laporta tras el partido en Newcastle lo decía todo: si Rashford sigue a este nivel, los 30 millones serán un auténtico regalo. El Barça tiene entre manos una de esas operaciones que marcan época, y en el club están convencidos de que el inglés puede convertirse en uno de los grandes nombres de este proyecto.