Ferran Torres ha sido una de las sorpresas positivas de la temporada en el FC Barcelona. Sin levantar grandes titulares ni hacer ruido, el extremo valenciano ha respondido con goles importantes y una actitud impecable. Hansi Flick ha confiado en él en numerosos tramos del curso, incluso por delante de jugadores más mediáticos. Sin embargo, ni su rendimiento ni su compromiso con el club le aseguran un futuro en el Camp Nou.
Joan Laporta y la dirección deportiva han puesto el cartel de transferible a Ferran Torres. No porque se le considere prescindible desde lo deportivo, sino por necesidad económica. El Barça, obligado a cuadrar cuentas este verano y generar ingresos para poder acometer fichajes estratégicos, está abierto a escuchar ofertas por varios jugadores con mercado. Y Ferran es uno de ellos.
Buen rendimiento, pero sin blindaje
El ex del Manchester City ha terminado el curso con buenos números: goles en momentos clave, sacrificio defensivo, polivalencia en el ataque y una conexión creciente con compañeros como Pedri y Lamine Yamal. Flick le ha valorado por su regularidad, algo que no ha sido fácil de encontrar en la delantera culé esta temporada, marcada por las lesiones y la irregularidad de varios atacantes.

Aun así, su situación contractual y su ficha asumible lo convierten en una pieza ideal para hacer caja sin que la estructura del equipo se resienta de forma dramática. En otras palabras: si llega una oferta importante por él, superior a los 40 millones de euros, el Barça no la va a rechazar.
Tiene cartel en la Premier
Uno de los principales factores que podrían facilitar su salida es su buen cartel en la Premier League. Ferran dejó una grata impresión durante su etapa en el Manchester City, y varios clubes ingleses han preguntado en las últimas semanas por su situación. Equipos como el Aston Villa, el Newcastle o incluso el Chelsea estarían interesados en contar con sus servicios, conscientes de que aún tiene margen de crecimiento y experiencia en grandes escenarios.
El propio Ferran no quiere abandonar el Barça, su club soñado, pero también es consciente de que su futuro está en manos de las decisiones económicas del club. A diferencia de otros casos, su salida no sería por bajo rendimiento ni por problemas internos, sino estrictamente por razones financieras.
Reforzar otras zonas
La posible venta de Ferran abriría la puerta a reforzar posiciones clave. El Barça busca un delantero centro que pueda competir de verdad con Lewandowski. Además, hay necesidades en la portería y en el lateral izquierdo, especialmente si se confirma la salida de algunos jugadores que no han rendido como se esperaba.

Con 40 o 45 millones en caja por Ferran, el Barça tendría margen para maniobrar. Laporta, Deco y Flick tendrán que valorar qué es más prioritario: mantener a un jugador que ha rendido bien sin ser una estrella, o usar esa ficha y ese ingreso para apuntalar otras zonas donde el equipo ha mostrado debilidades.
Un verano decisivo
Ferran Torres representa el tipo de jugador que, sin ser protagonista de portadas, ha sido valioso para el entrenador. Pero el Barça de 2025 no puede permitirse sentimentalismos. Laporta ha dejado claro que el mercado dictará sentencia y que cualquier oferta que ayude a mejorar la competitividad del equipo será estudiada.
Ferran lo sabe, Flick también. Y aunque su continuidad es posible, su futuro dependerá, como tantas cosas en el Barça actual, del dinero.