El fichaje de Joan Garcia por el FC Barcelona ha dejado consecuencias económicas que podrían beneficiar de forma inesperada al club azulgrana. Tras abonar los 25 millones de euros al Espanyol por el prometedor guardameta catalán, en el Barça ya contemplan la posibilidad de recuperar una parte de esa inversión gracias a una operación que no depende directamente de ellos.
Y es que el Espanyol está interesado en fichar a Mika Mármol, defensa central de 23 años que actualmente milita en la UD Las Palmas. El club blanquiazul busca apuntalar su zaga de cara a una temporada clave para consolidarse de nuevo en Primera División, y Mármol figura entre los principales objetivos para reforzar la línea defensiva.

Sin embargo, el posible fichaje del central con pasado en La Masia tiene una derivada directa para el Barça: conserva el 50% de los derechos de una futura venta del jugador. Es decir, si el Espanyol o cualquier otro club decide pagar los 10 millones de euros de su cláusula de rescisión, cinco millones irían directamente a las arcas azulgranas.
Laporta, atento a una oportunidad de mercado inesperada
Desde el club que preside Joan Laporta están muy atentos a los movimientos que se produzcan en torno a Mika Mármol. La operación representaría un ingreso inmediato en plena fase de reajuste económico para cumplir con el ‘fair play’ financiero de cara a las nuevas incorporaciones, y podría aliviar en parte el coste de la operación Joan Garcia.
Aunque el Espanyol es el mejor posicionado para hacerse con el defensa, no está solo en la puja. Clubes como la Roma y el Como también han mostrado interés por Mika Mármol, que no quiere renovar su contrato con la UD Las Palmas, el cual expira en 2026. Esto hace pensar que su salida podría producirse este verano, especialmente si algún equipo accede a pagar los 10 millones exigidos.

Las Palmas no cede ni un euro
La UD Las Palmas, por su parte, mantiene una postura inflexible. “Si alguien viene y deposita los 10 millones, se irá. Si no, seguirá en Las Palmas”, declaró hace una semana su presidente, Miguel Ángel Ramírez. El club canario no quiere regalar a uno de sus futbolistas más valiosos, a pesar del descenso a Segunda.
Así las cosas, mientras el Espanyol avanza en su reestructuración deportiva, en el Barça observan la situación con la esperanza de recibir ese ‘regalo inesperado’ que supondría la venta de Mika Mármol. En los despachos del Camp Nou consideran que no sería una sorpresa si se concreta, ya que el defensa es joven, con proyección y todavía mantiene un cartel muy atractivo en el mercado europeo. Una operación ajena pero con efecto colateral positivo que podría dejarle a Laporta cinco millones extra en la caja azulgrana.