Ya hace dos temporadas que Šarūnas Jasikevičius no defiende los intereses del Barça, pero el que es culé, lo es de por vida. Así lo demostró el exentrenador del conjunto blaugrana en la rueda de prensa posterior a las semifinales de la Euroliga entre Fenerbahçe y Panathinaikos. El conjunto turco se impuso al vigente campeón para hacerse un hueco en la final de este domingo (19:00 horas), y aunque Jasikevičius centró sus palabras en la entrega de sus hombres, si bien en algunos momentos "nuestro baloncesto no ha sido muy bonito", la comparecencia tuvo un momento viral por la oda al barcelonismo del técnico lituano.

Jasikevičius, más culé que el palo de la bandera

Šarūnas Jasikevičius, de acuerdo con el procedimiento habitual, estaba haciendo frente a las preguntas de varios periodistas cuando, en el turno de uno de ellos, vio que la funda de su móvil era del Inter de Milán. Saras, cuando el periodista se disponía a formular la pregunta, soltaba con un imponente rostro serio, pero en un contexto en broma, que "no tendrían que haberte dejado entrar en la rueda de prensa".

Rápidamente, en la sala se oían algunas carcajadas, pero, tras unos segundos de seriedad por parte del entrenador del Fenerbahçe, era el propio Jasikevičius quien acababa riendo, deshaciendo la pequeña tensión que se había generado en el ambiente. Y es que, evidentemente, se trataba de una broma del preparador, pero Jasikevičius hacía gala de un barcelonismo intacto casi dos años después de haberse marchado de la capital catalana al recordar que está al tanto de su exclub, aunque se trate del primer equipo de fútbol y, en concreto, de la cruel eliminación de la Champions League a manos del Inter.

Jasikevičius se gana el apoyo de los culés para la final del domingo

Y aunque ya tenía el apoyo de buena parte de los culés que quieren lo mejor para su exentrenador, Jasikevičius se ha ganado el corazón de algunos más que han valorado como el lituano mantiene todavía intacto su sentimiento de pertenencia. De esta manera, el Fenerbahçe no solo tendrá el aliento de su afición durante la final de este domingo contra el Mónaco, sino que, además, tendrá la del Barça porque, precisamente, el combinado otomano se la juega contra el que fue el verdugo de los blaugrana a las puertas de la Final Four.