La marcha de Iñigo Martínez este verano dejó un vacío importante en el vestuario del Barça. El central vasco, que durante la pasada temporada fue una de las voces más respetadas dentro del equipo, se había convertido en el gran líder del grupo. Su experiencia, carácter y compromiso con el club azulgrana hicieron que fuese una referencia tanto para los veteranos como para los más jóvenes. Sin embargo, con su salida se abría una incógnita: ¿quién sería el nuevo referente en el vestuario?
La respuesta no ha tardado en llegar y tiene nombre propio: Wojciech Szczesny. El guardameta polaco, que llegó el pasado verano para reforzar la portería culé, ha asumido con naturalidad el rol de líder silencioso y ejemplo para sus compañeros. A sus 35 años, y con un largo recorrido en la élite en clubes como Arsenal y Juventus, Szczesny se ha ganado el respeto de todos en muy poco tiempo.

Un líder inesperado pero necesario
En el Barça no todos esperaban que Szczesny pudiera tener este impacto en el vestuario. El polaco aterrizó en Barcelona con el objetivo de aportar seguridad bajo palos y experiencia, pero poco a poco fue dando pasos al frente fuera del terreno de juego. Con un carácter sereno y cercano, ha sabido conectar tanto con los futbolistas más jóvenes como con los más experimentados.
Lo sorprendente es que, pese a no dominar aún el castellano, se ha convertido en un apoyo constante. La comunicación fluida en inglés ha sido suficiente para que muchos de sus compañeros acudan a él en busca de consejo. Szczesny se ha mostrado siempre dispuesto a guiar, hablar y transmitir lo que ha aprendido en su larga carrera, especialmente en lo que se refiere a la gestión de la presión en un club de la magnitud del Barça.
Su papel con los jóvenes
Uno de los aspectos más valorados por el cuerpo técnico es la relación de Szczesny con los jugadores de la cantera. Futbolistas como Lamine Yamal, Gavi o Cubarsí han encontrado en él un referente cercano, alguien que no solo les anima dentro del campo, sino que también les aconseja fuera de él sobre cómo manejar la exigencia mediática y deportiva que supone vestir la camiseta azulgrana.
Además, su disciplina y profesionalidad en los entrenamientos sirven de ejemplo. Flick ha destacado en más de una ocasión que la actitud del polaco es “contagiosa” y que ayuda a mantener el nivel de concentración en todo momento.

Un rol clave esta temporada
Con Iñigo Martínez fuera y otros veteranos como Lewandowski o Ter Stegen centrados en su rendimiento deportivo, Szczesny ha emergido como ese líder que aglutina al grupo. El vestuario necesitaba una figura con experiencia que equilibrara la juventud de una plantilla en plena transformación, y el polaco ha respondido a la perfección.
En el Barça ya lo ven como el nuevo capitán en la sombra, alguien imprescindible para mantener unido al equipo en un curso lleno de retos. Su liderazgo, aunque inesperado, ha llegado en el momento justo.