En el seno del Barça existía cierta esperanza interna de que Harry Kane pudiera convertirse en una opción real para el verano de 2026, momento en el que su contrato con el Bayern de Múnich ofrece una ventana de salida muy particular. La cláusula, de 65 millones de euros, solo puede activarse si el delantero inglés notifica al club alemán antes de que termine enero de ese año. Sin embargo, el Barça ya conoce la postura del jugador y sabe que Harry Kane no contempla abandonar el conjunto bávaro.
Kane se siente cómodo en el Bayern y descarta la salida en 2026
Y es que, según las informaciones que han llegado al Camp Nou, el goleador inglés ha trasladado que se siente plenamente integrado en la estructura del Bayern. De este modo, su adaptación ha sido perfecta tanto en lo deportivo como en lo personal, algo que ha pesado mucho en su decisión. Kane ha dejado claro que su intención es continuar en Múnich, donde ha encontrado estabilidad, protagonismo absoluto y un proyecto que le garantiza competir por todos los títulos.
La realidad es que el Barça manejaba esta operación como una posibilidad lejana pero atractiva. Con la necesidad de encontrar un delantero de referencia para el futuro inmediato, el nombre de Kane aparecía como un sueño complicado, pero no imposible, dadas las condiciones específicas de su cláusula. Sin embargo, su voluntad de permanecer en la Bundesliga cierra por completo ese escenario.
El Barça asume que ficharlo será prácticamente imposible
En el seno de la dirección deportiva blaugrana se admite que, con la información recibida, la operación queda descartada. La preferencia del delantero por seguir en el Bayern pesa más que cualquier negociación, y la cláusula no sirve de nada sin la aprobación del jugador. El club tenía informes muy positivos de su rendimiento, su capacidad goleadora y su impacto inmediato, pero ya asume que deberá explorar alternativas en el mercado.
Además, el interés de otros equipos, como el Tottenham, tampoco cambia el plan del atacante inglés, que ve en Múnich el lugar ideal para disputar sus mejores años como profesional. Para el Barça, esto supone tachar un nombre de la lista de futuros fichajes estratégicos y centrar la planificación en perfiles más accesibles y realistas. Así pues, el club catalán da por cerrado el capítulo Kane y se ve obligado a reorientar su estrategia hacia delanteros que sí estén dispuestos a vestir de blaugrana en 2026.