El Camp Nou ha sido el escenario de noches históricas. Los jugadores del Barça han protagonizado funciones espectaculares desde el primer minuto hasta el último y los espectadores han podido presenciar obras de arte a nivel representativo, algunas con final feliz y otras con desenlaces nada deseados. Frente al PSG, los de Luis Enrique tendrán la oportunidad de realizar uno de los mejores espectáculos vistos hasta ahora. Por lo visto, los futbolistas parecen dispuestos a aceptar el reto; y la afición seguro que no quiere perdérselo.

El último antecedente

El feudo blaugrana ha sido testigo de grandes remontadas. La más reciente, contra el AC Milan la temporada 2012-2013, dio la vuelta a una desventaja de dos goles. También era en los octavos de final y el equipo tampoco había conseguido marcar el valioso gol en campo contrario. En San Siro, sin embargo, la derrota no llegaba a la magnitud de la del Parque de los Príncipes y con un 4-0 a la vuelta el Barça tuvo suficiento para conseguir la clasificación.

Esta no ha sido la única ocasión en que Europa ha visto cómo los culés daban la vuelta a una eliminatoria. Rivaldo, Guardiola, Kluivert y Cocú, entre otros, consiguieron remontar al Chelsea el año 2000 con un arrollador 5-1 y Romario, Laudrup, Bakero y compañía habían hecho lo mismo la temporada 1993/94 contra el Dinamo de Kiev (4-1). Pichi Alonso y su 'hat-trick' al Göteborg no habían sido menos años atrás en la aún Copa de Europa.

Leo y sus noches mágicas

Más allá de las famosas remontadas, los aficionados barcelonistas también han podido disfrutar de jornadas futbolísticas memorables los últimos años. En todas ellas Messi ha sido el actor principal, guionista creativo y director artístico de la función, y los rivales no han podido hacer más que difundirse entre el público para disfrutar del espectáculo.

"He visto al futuro campeón de Europa", dijo Klinsmann, entrenador del Bayern de Munich el día en que el Barça de Pep le endosó 4 goles; en el 2010, Bendtner silenciaba a los espectadores blauigrana pero Messi les hacía tocar el cielo con cuatro goles de ensueño; dos temporadas más tarde, el mismo jugador argentino se demostraba a él mismo y al Bayer Leverkusen que marcar cinco goles en 90 minutos no es imposible (7-1); y, por último, otra vez los muniqueses encajaban una dolorosa derrota más que ejemplarizada con la cintura de Boateng la temporada del segundo triplete culé.

Sonrisas... pero también lágrimas

También es cierto, sin embargo, que de todos estos resultados sólo uno serviría a los de Luis Enrique para conseguir la clasificación (los siete goles en el Leverkusen) y otro llevaría al encuentro a la prórroga (el 4 en 0 en el Milán). Y es que no todos los datos permiten ser optimistas; sin ir más lejos, en competición europea nunca se ha remontado un 4-0, y las dos últimas veces que el Barça lo ha intentado (en la Champions contra el Bayern y delante el Athletic Club en la Supercopa de España) ha estado lejos de alcanzar el hito.

De hecho, en la memoria de todos los seguidores hay dos derrotas europeas que hacen especial daño (2010 y 2012) aunque el marcador no era tan voluminoso. En primer lugar porque el equipo era muy superior a su rival y, en segundo, porque mereció dar la vuelta a la eliminatoria. Inter de Milán y Chelsea, respectivamente, despertaron al Barça del sueño de la Champions en dos semifinales de remontadas frustradas.

Se permite soñar

El Barça recibirá este miércoles el PSG en el que será un reto de nivel. Los catalanes saben que será muy complicado alcanzar la remontada, pero los franceses también conocen la necesidad de salir conectados para minimizar las opciones de los primeros. El Camp Nou abrirá sus puertas, encenderá las luces y, acto seguido, el árbitro marcará el inicio de la función. Falta por ver cómo será el final de esta, pero el guion previsto promete emociones fuertes.