El Girona ha perdido contra el Valencia en Montilivi (2-3) en un partido que ha merecido ganar. Los hombres de Eusebio Sacristán han conseguido igualar el marcador en dos ocasiones, pero la última diana visitante, en el tiempo añadido, ha sido un golpe definitivo. Jonás Ramalho y Cristhian Stuani -que hoy ha hecho historia- han sido los goleadores de un Girona que ahora tiene 31 puntos, a 8 del descenso. Jugando así el pozo de la clasificación no debería ser un peligro real, pero la realidad dice que Montilivi no vive una victoria en Liga desde el 27 de octubre del año pasado. 

Orgullo rojiblanco

En la primera parte el Girona ha demostrado que vuelve a ser aquel equipo sólido, incómodo y efectivo de la temporada pasada. Contra un rival de entidad, los hombres de Eusebio han plantado cara y en muchos tramos del partido han sido claramente superiores al Valencia.

Aun así, el primer equipo en golpear ha sido el visitante, que ha aprovechado la calidad técnica de Rodrigo Moreno y la velocidad punta de Gonçalo Guedes para superar a Bono. La acción ha tenido lugar en el minuto 14: el punta hispanobrasileño ha hecho una pase al espacio para el extremo portugués, que le ha ganado la espalda a Jonás Ramalho con una facilidad alarmante y ha avanzado su equipo.

El defensa de Barakaldo ha quedado retratado, pero el guion del partido le reservaba una sorpresa en forma de venganza. Aunque en Girona casi siempre ha actuado como central, la nueva defensa de 4 lo ha obligado a reconvertirse en lateral derecho. Y es precisamente esta posición la que le ha permitido proyectarse en ataque con frecuencia.

Raul Garcia Girona Valencia EFE

EFE

Sólo 8 minutos después de la diana de Guedes, el defensa vasco ha provocado una falta de Gayá en la zona de tres cuartos del campo, Àlex Granell la ha picado con excelencia y el propio Ramalho, desde el corazón del área, ha peinado la pelota para superar a Neto.

El gol del empate ha sido una dosis de adrenalina para el Girona y para los aficionados de Montilivi, que han visualizado una remontada exprés de su equipo. Las cosas, sin embargo, no serían tan fáciles. En el minuto 38 Cristhian Stuani ha podido marcar después de rematar una centro al segundo palo de Aleix García, pero justo después Guedes ha tenido el segundo con un disparo desde fuera el área que se ha tragado Bono. Bernardo, hoy la pareja de Pedro Alcalá en el eje de la defensa, ha sido clave para sacar la pelota sobre la línea de gol.

El final más cruel

La segunda parte ha seguido el mismo guion que la primera: dominio del Girona, efectividad del Valencia. Aunque los blanquirojos han tenido el control y las primeras ocasiones, quien ha vuelto a morder ha sido el equipo de Marcelino. Dani Parejo ha demostrado su calidad con un disparo raso pero potente desde fuera el área que ha sorprendido a Bono en el primer palo. El silencio de la afición de Montilivi lo decía todo. El Girona merecía ganar pero, un día más, perdía.

Para romper la monotonía y animar al público, Eusebio ha movido ficha en el minuto 70 con dos cambios muy ofensivos. Pedro Porro ha sustituido Ramalho y Seydou Doumbia ha entrado en el lugar de Aleix García. El resultado, directa o indirectamente, no ha tardado en llegar.

Facundo Roncaglia ha pecado de chapucero y, después de resbalar, se ha visto obligado a hacer la zancadilla a un Stuani que se escapaba hacia la portería de Neto. Segunda amarilla y a la calle para dejar una Valencia que se quedaba con 10 hombres cuando todavía quedaban 15 minutos en juego.

Y la receta ha funcionado, y tanto que sí. El Girona se ha lanzado al ataque sin miramientos y Eusebio se ha sumado a la fiesta sustituyendo a Raúl García, un defensa, por Patrick Roberts, un delantero. Así, cuando quedaban diez minutos de partido, la valentía ha tenido premio.

Stuani ha rematado un centro con su cabeza omnipresente y Diakhaby ha puesto las manos para evitar que la pelota fuera a puerta. Carlos Del Cerro Grande no ha visto el penalti, pero el VAR sí. El uruguayo lo ha transformado y ha conseguido varios hitos: su 16º gol en la Liga, el empate y también el galardón como máximo artillero del Girona en la Liga de Fútbol Profesional con 37 dianas.

Montilivi era una fiesta, pero el destino hoy ha sido especialmente cruel con el Girona. En el tiempo de añadido, Patrick Roberts ha perdido una pelota en el centro del campo, Ferrán Torres se ha desmarcado en profundidad y ha aprovechado una salida terrible de Bono para conseguir el 2-3. Por si fuera poco, los rojiblancos han tenido tiempo para poder empatar, pero Doumbia, primero, y Portu, después, han chocado con un gran Neto. Sea como sea, hoy no era el día.

El fútbol no ha sido justo, pero el mundo no se acaba. El sábado que viene, a Leganés, el Girona tiene una nueva ocasión para certificar la permanencia de manera prácticamente definitiva.