Que Isco Alarcón ya no tiene futuro en el Real Madrid no es ningún secreto para nadie. El malagueño es el sexto mediocampista con respecto a importancia dentro del vestuario, incluso por detrás de Dani Ceballos. Carlos Casemiro, Luka Modric y Toni Kroos son los tres titulares indiscutibles, mientras que Fede Valverde y Eduardo Camavinga entran en escena cuando Carlo Ancelotti hace rotaciones. A duras penas, Ceballos puede disfrutar de minutos, pero en ninguno de los casos Isco.
El futbolista de Benalmádena no juega un partido oficial con la camiseta del Real Madrid desde el pasado seis de febrero contra el Granada. De hecho, cuando los blancos visitaron el estadio de Los Cármenes en el mes de noviembre, Isco protagonizó un escándalo que ha traído mucha cola en torno a su situación. Es sabido que su contrato en el Santiago Bernabéu expira el próximo 30 de junio y que Florentino Pérez no se lo renovará.
Isco, sentado en el banquillo del estadio Martínez Valero / Europa Press
El escándalo que ha acabado de crucificar a Isco en el Real Madrid
Isco también es consciente, y harto de ser el último de la fila, explotó. Concretamente, mientras calentaba, Davide Ancelotti, hijo y ayudante de Carlo Ancelotti, hizo acudir al banquillo a Camavinga para hacerlo entrar en el terreno de juego. En aquel momento, Isco, que pensaba que llevaba más rato calentando que el joven franco-angoleño, decidió poner fin a sus ejercicios de calentamiento y volver al banquillo por decisión propia.
Rápidamente, la actitud anárquica del mediapunta trascendió a la prensa, y consiguientemente, Ancelotti fue preguntado por el desafortunado acontecimiento. El técnico de Reggiolo no dudó en quitar hierro a la acción de su futbolista y determinar de que ya estaba superado. No obstante, el protagonismo del dorsal 22 ha disminuido sustancialmente. Si no tenía futuro en el club, ahora ya no tiene ni presente.
Carlo Ancelotti, durante una rueda de prensa / EFE
El terremoto en la Juventus que atrae a Isco y sorprende a Florentino
La reciente eliminación de la Juventus de Turín de la Champions League ha generado un terremoto en el país transalpino. Los italianos han ganado mucha pólvora en su zona ofensiva con el fichaje de Dusan Vlahovic, pero hasta la entrada de Paulo Dybala en el minuto 79, la Vecchia Signora echó mucho de menos el talento en la zona de tres cuartos. La Joya ingresaba en el terreno de juego después de superar una larga lesión y no estaba en condiciones de jugar más de 15 minutos, pero en las oficinas de la Juventus ya hace tiempo que se piensa en un refuerzo que frecuente el último tercio del campo.
La directiva bianconeri ha puesto sobre la mesa la llegada de Isco Alarcón, que sería un refuerzo de mucho renombre y a coste cero. La operación es sencilla: ni Florentino Pérez quiere seguir contando con Isco ni Isco quiere seguir vinculado al Real Madrid. Sin embargo, hay un gran damnificado. Todo el mundo daba por hecho el fichaje del jugador andaluz por el Sevilla, pero parece que el futuro de Isco todavía dará ,uchp que hablar durante mes de lo esperado.
Imagen principal: Isco, durante un calentamiento con el Madrid / Europa Press