Gavi está de vuelta. Tras una temporada marcada por las lesiones y la falta de continuidad, el centrocampista andaluz ha regresado con las ideas claras: recuperar su mejor nivel y ganarse un puesto fijo en el once de Hansi Flick. El jugador no ha tardado en mandar un mensaje alto y claro al nuevo técnico alemán: está listo para competir y no le importa quién esté delante.
Con apenas 20 años, Gavi ha demostrado en el pasado que puede ser un futbolista diferencial en el Barça. Su intensidad, carácter y calidad técnica lo convierten en un perfil único dentro de la plantilla azulgrana. Y ahora que está plenamente recuperado, quiere volver a ser indispensable. El joven talento no se conforma con un rol secundario y sabe que la exigencia será máxima con la llegada de nuevos fichajes y la competencia interna.

Un centro del campo abarrotado
El principal obstáculo para Gavi será el overbooking en el centro del campo. La renovación de Frenkie de Jong, la recuperación de Pedri, la consolidación de Fermín López y la irrupción de talentos como Marc Bernal o Casadó dibujan un escenario exigente para hacerse un hueco en el once. Además, Flick contará con Dani Olmo, que puede moverse por varias posiciones, incluida la mediapunta, y con Raphinha, que también se perfila como un recurso polivalente en el nuevo esquema.
Sin embargo, Gavi no está dispuesto a renunciar a nada. Su entorno asegura que está más motivado que nunca y que ha trabajado intensamente durante la pretemporada para volver en plena forma. Él mismo ha dejado claro que su ambición es total y que luchará por cada minuto.
Flick, impresionado con su mentalidad
Flick está encantado con Gavi. Le gusta su estilo combativo, su energía en la presión y su capacidad para conectar el centro del campo con los atacantes. Aunque aún no ha tomado decisiones definitivas sobre su once titular, el técnico valora mucho a los jugadores que rinden al máximo en cada entrenamiento, y en ese sentido, Gavi tiene todas las papeletas para ganarse su confianza.

Competencia interna al límite
La vuelta de Gavi supone una advertencia directa para sus compañeros. Nadie tiene el puesto asegurado y el joven sevillano está decidido a demostrar que puede volver a ser uno de los grandes referentes del Barça. Flick, por su parte, celebra esta competencia interna como una oportunidad para elevar el nivel del grupo.
Con su regreso, el Barça gana un guerrero en el centro del campo. Y más de uno, dentro del vestuario, ya empieza a mirar por el retrovisor. Gavi quiere recuperar su sitio… y lo hará a su manera.