El PSG vuelve a irrumpir en el día a día del FC Barcelona. Y lo hace con fuerza. Esta vez no se trata de un fichaje sorpresa ni de una operación de última hora. Se trata de una estrategia calculada. Una ofensiva directa hacia uno de los jugadores más fiables de la temporada azulgrana. Un futbolista que ha recuperado prestigio, minutos y peso dentro del once. Y ahora, según medios franceses, también ha recibido dos llamadas de Luis Enrique en los últimos seis meses.
El nombre es Eric García. El central ha vivido una transformación enorme. Pasó de ser una duda constante a convertirse en un defensa consolidado. Lo logró después de un año en el Girona, donde encontró continuidad, liderazgo y confianza. Allí se reinventó. Allí volvió a sentirse futbolista. Ese crecimiento llamó la atención del Barça y empujó a Hansi Flick a darle una nueva oportunidad. Y la apuesta salió bien.
Eric García se convierte en un imprescindible de Hansi Flick
En esta temporada, Eric se ha convertido en un recurso esencial. Ha sido regular, y polivalente. Ha destacado incluso cuando otros defensas importantes atravesaban problemas físicos o de rendimiento. La salida de Íñigo Martínez le abrió definitivamente la puerta del once. Y no la ha desaprovechado. Su fiabilidad defensiva y su lectura táctica han sido un alivio para el equipo. Tanto, que muchos lo consideran uno de los jugadores más estables del curso.
Pero su buena temporada tiene un riesgo añadido: finaliza contrato el 30 de junio. Y eso en Europa es un caramelo. En el Barça lo saben. Joan Laporta y Deco tenían claro que su renovación debía cerrarse rápido y sin ruidos. Un acuerdo discreto. Pero todo ha cambiado cuando ha entrado en escena el PSG. El club parisino, con recursos económicos muy superiores, ha detectado una oportunidad perfecta: ficharlo gratis y convertirlo en un central importante en su nuevo proyecto.
Luis Enrique tantea a Eric García para llevárselo al PSG
Ahí aparece Luis Enrique. Conoce a Eric. Lo dirigió y entiende. Y según la prensa francesa, ha actuado en primera persona. Ha tenido dos conversaciones directas en los últimos seis meses. El objetivo es convencerlo de dejar Barcelona y mudarse a París. Presentarle un rol clave. Hacerle ver que puede ser pieza fundamental de un proyecto europeo que aspira a todo. Y, por supuesto, ofrecerle un contrato que el Barça difícilmente puede igualar.
Estas llamadas no han pasado desapercibidas. En la directiva azulgrana hay nervios. Preocupación real. Saben que cualquier retraso, cualquier detalle, puede decantar la balanza. Eric García tiene mercado. Tiene cartel. Y tiene una propuesta muy seria sobre la mesa. Y aunque su prioridad siempre ha sido seguir en el Camp Nou, la presión del PSG cambia el escenario.