Hansi Flick ya ha dejado claro que no tiene miedo a tomar decisiones valientes, y en este inicio de pretemporada con el Barça ha encontrado una nueva debilidad futbolística: Dro, el joven hispano-filipino del filial. El atacante, que ha causado sensación en la gira asiática, se ha ganado rápidamente el respeto del cuerpo técnico… y la atención del primer equipo.
Dro sorprende desde el inicio
Desde el primer entrenamiento, Flick quedó impresionado por la actitud, velocidad y talento natural de Dro. No solo ha destacado por su atrevimiento y desparpajo en el uno contra uno, sino también por su capacidad de sacrificio defensivo y su inteligencia táctica. A sus 17 años, está demostrando que tiene nivel más que suficiente para entrar en la dinámica del primer equipo.

Fuentes del vestuario apuntan que Flick habla con frecuencia con el joven atacante y que lo considera una apuesta personal, tal como sucedió con otros jóvenes a los que hizo crecer en sus etapas anteriores como técnico. Para el alemán, Dro tiene el perfil perfecto para encajar en su esquema ofensivo: velocidad, verticalidad y desequilibrio, justo lo que necesita un equipo que aspira a ser protagonista en todos los torneos.
La proyección del futbolista ha sido meteórica. Su explosión ha llegado ahora, en plena preparación para la nueva campaña. En el partido ante el Vissel Kobe ya dejó destellos de jugador diferente, siendo de los más destacados. Flick, que valora mucho el rendimiento en los entrenamientos y partidos, ya lo ve como una alternativa real para el primer equipo.
De hecho, su impacto ha sido tan positivo que ha desplazado a otras promesas como Jan Virgili, a quien el técnico ha decidido devolver al Barça Atlètic. Por el contrario, todo apunta a que Dro seguirá con el primer equipo después de la gira asiática.

En el Barça saben que deben ir paso a paso, pero también entienden que cuando un talento así aparece, hay que aprovecharlo. Y Flick está convencido: Dro puede ser una pieza importante esta temporada, especialmente en un calendario cargado de partidos y con la necesidad de tener una plantilla amplia y competitiva.
Si mantiene esta línea de progresión, Dro no solo se convertirá en una de las sorpresas del curso, sino también en uno de los grandes símbolos de la etapa del Barça bajo la dirección de Flick.