Hans-Dieter Flick no se equivocó a la hora de señalar a un jugador que ha demostrado que no tiene el nivel necesario para jugar en el Barça. Por si quedaban dudas, han quedado resueltas viendo su rendimiento durante esta campaña, en la cual ha estado a préstamo en otro conjunto, donde esperaba tener minutos y continuidad, y recuperar la confianza en sí mismo. Desgraciadamente, no ha sido así, y todo indica que volverá el 30 de junio.
Porque la etapa de Anssumane Fati por las filas del AS Mónaco ha resultado ser un auténtico desastre. Tuvo un inicio complicado, por culpa de las lesiones y de su poco ritmo competitivo, que provocaron que no pudiera realizar la pretemporada con normalidad, y su debut no llegó hasta el mes de septiembre. Sin embargo, tuvo una racha increíble de cara a puerta, que alimentó las esperanzas de poder verle de nuevo al máximo nivel.
Sin embargo, cuando parecía ver la luz al final del túnel, un nuevo problema físico, y la destitución de su gran valedor, Adi Hütter, le obligaron a empezar desde 0. Y su papel con el nuevo técnico, Sebastien Pocognoli, ha sido completamente residual. A pesar de que sus estadísticas sean aceptables, seis dianas en 14 partidos, no ha tenido el impacto esperado en el Stade Louis II, y ha seguido acumulando todo tipo de lesiones musculares.
Tan solo ha disputado 598 minutos entre todas las competiciones, y el equipo monegasco tiene decidido que no ejercerá la opción de compra que pactaron con el Barça, como asegura el diario ‘AS’. Un problema importante para Joan Laporta y para Deco, debido a que Flick no tiene la intención de dar una segunda oportunidad a la perla de la Masía, que en su momento llegó a ser considerado como el heredero al trono de Leo Messi.
‘Hansi’ no tiene espacio en sus planes para Ansu, y su futuro pasa por abandonar el Camp Nou, donde todavía tiene contrato hasta 2028. Y no resultará sencillo encontrar a un equipo que esté dispuesto a apostar por su contratación.
El sueldo de Ansu plantea un problema mayúsculo para el Barça
Tampoco ayuda el hecho de que Ansu perciba un sueldo tan elevado en el Barça, que es de 12 millones de euros anuales, una cantidad impresionante, que claramente no ha justificado nunca.
Laporta y Deco necesitan un milagro para resolver el dolor de cabeza que plantea la situación de Fati.